Para el economista senior de LarrainVial Asset Management, Alejandro Guin-Po, es “un honor” participar de ambos Comités Consultivos del Ministerio de Hacienda.
El también profesor en la Universidad Católica y en la Universidad de los Andes destacó la posibilidad que tiene el sector privado de hacer una contribución al sector público.
En esta conversación, Guin-Po se centró en el cobre, cuyo cálculo este año se enmarca en un contexto de alza de aranceles por parte de Estados Unidos.
“Chile posee una vulnerabilidad importante a nivel de los mercados globales por su exportación a nivel de commodities”.
- ¿Qué tanto pueden impactar las tarifas en el cobre?
- Hay una discusión grande respecto a qué tanto impactará a Chile o no. Hay diferentes visiones. Se publicó un informe de JPMorgan que mencionaba que el impacto podría ser relativamente acotado. Otros actores dicen que, y en eso concuerdo, efectivamente los efectos quizás de segunda vuelta pueden ser más importantes. Chile exporta de alguna forma a EEUU un poquito menos del 20% del cobre, pero aún así es un monto importante de las importaciones de EEUU, me parece que algo superior al 80%, por ende, obviamente es un impacto importante.
Ahora, las proyecciones que se enmarcan en este comité de expertos tienen el elemento que son de largo plazo. Es decir, se van a ubicar en un contexto que son de aquí a 10 años y, por ende, siguen una metodología de definir, por ejemplo, cuál va a ser el crecimiento de largo plazo de China, que es uno de los determinantes más relevantes.
Hay una labor importante de poder distinguir cuáles van a ser los shocks o los impactos de corto plazo versus los shocks de largo plazo.
- ¿Ya en 2026 deberíamos ver un precio más normal?
- Si todavía seguimos enmarcados en un contexto de volatilidad por la guerra comercial, obviamente van a ser bien volátiles los precios. Está súper abierto el escenario de cuál va a ser el precio del próximo año. Diría que, efectivamente, si es que las medidas de aranceles bajan y de alguna forma hay un menor nivel de incertidumbre global, sumado a que los elementos de oferta de cobre se mantengan relativamente estables, podríamos tener un precio del cobre algo más normalizado.
- ¿Y cuáles serán los factores determinantes para el precio del metal, más allá de lo que ocurra con EEUU?
- Hay dos elementos que son bien determinantes por el lado de la demanda. El primero es el crecimiento de China. China está en una situación de crecimiento estructural que es bien compleja.
Su tasa de natalidad cayó por dos años consecutivos, está realizando políticas de natalidad, pero todavía no han dado efecto a nivel general y se espera que el crecimiento de largo plazo de China caiga y se ubique un poco más cercano en torno al 4% o por debajo del 4%, si es que no realiza medidas estructurales que sean relevantes para corregirlo.
Y, por otro lado, está la transición energética. El cobre es un insumo clave en la producción verde, el uso como transmisor de energías limpias. Yo creo que eso va a ser un determinante y bien importante.
Por el lado de la oferta, obviamente influye todo lo que es la producción de diferentes minas. Vemos que, por ejemplo, en Chile lo que ha pasado es que la ley del cobre se ha vuelto menor, es decir, el esfuerzo marginal por producir una unidad de cobre ha sido mucho más fuerte en Chile, y otros países que tienen minas con una mejor ley, como por ejemplo el Congo, no tienen la suficiente institucionalidad y seguridad para poder generar de alguna forma una oferta mucho más grande.
En ese sentido, uno podría pensar que el factor de oferta no debería expandirse mucho más, mientras que la demanda va a seguir de todas maneras estando ahí presente.
- ¿Qué riesgos implica para Chile seguir dependiendo del cobre como principal producto de exportación?
- La diversificación de la matriz exportadora es un tema que se ha hablado en muchísimas instancias y de alguna forma es efectivo. Es decir, Chile posee una vulnerabilidad importante a nivel de los mercados globales por su exportación a nivel de commodities. Definitivamente, hay un trabajo importante de la institucionalidad chilena en fomentar diferentes instancias para poder tratar de encontrar otras ventajas comparativas que aprovechen nuestra integración con el mundo y nos ayuden a suavizar ese impacto.