Las actas de la Reunión de Política Monetaria de diciembre del Banco Central dejaron claro que el Consejo ya comienza a debatir en torno a una eventual baja en la tasa de interés.
Esto porque la determinación de mantener la tasa en 3,5% no fue unánime y el consejero Pablo García votó por bajarla en 25 puntos base.
Según consta en el documento, García señaló que la necesidad de incrementar el estímulo monetario era bastante más evidente que en meses anteriores.
"La conjunción de una economía creciendo por debajo de su tendencia y un tipo de cambio real apreciado estaban induciendo presiones desinflacionarias que eran bastante inambiguas. Esto era coherente con que el
escenario base de proyección del próximo IPoM contemplara, como supuesto de trabajo, un recorte de hasta 50pb de la TPM", expuso.
En su opinión, los cambios en las trayectorias previstas para el crecimiento y la inflación eran lo suficientemente significativos y persistentes para justificar una trayectoria de tasas menor a la considerada en el IPoM anterior. Por lo mismo, creía que el peso de la opción de bajar la TPM en esa reunión era evidentemente mayor, y por razones de coherencia se debía actuar en esa dirección.
Además, prosiguió, las expectativas de mercado ya señalizaban con claridad que se producirían bajas de la TPM, por lo que reducirla en esta reunión no sería una sorpresa total y tampoco hacía necesario incluir, de forma previa a mover la TPM, un sesgo en la comunicación.
"No actuar en esta Reunión implicaba que aumentaría la probabilidad de tener que actuar con mayor agresividad en los meses venideros", aseguró.