Macro

Desormeaux: "Valdés no ha podido hacer más porque no ha tenido el empoderamiento. El problema es la Presidenta"

Economista comparte visión del instituto emisor en el último IPoM, pero advierte que la mayoría de los factores anticipan un riesgo bajista en sus proyecciones. Recalca el mayor “realismo” del ente autónomo.

Por: Sebastián Valdenegro Toro | Publicado: Viernes 1 de abril de 2016 a las 04:00 hrs.
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Una de las principales características de Jorge Desormeaux es la tranquilidad y perspectiva con que mira el escenario macro. No golpea la mesa ni gesticula, sino más bien pone la pelota al piso, analiza con gráficos en mano las tendencias y evita lanzar una proyección sin los cálculos en la cabeza.

El ex vicepresidente del Banco Central está inquieto. Las últimas cifras de actividad dan cuenta de un escenario complejo a futuro, con escasos catalizadores que lo lleven a pensar en un PIB superior al 2% para este año. Más aún luego del Informe de Política Monetaria (IPoM) que presentó el emisor el lunes, el cual Desormeaux califica como “realista”.

- ¿Con qué sensación quedó tras el IPoM?

- No hay ninguna duda de que el Banco Central sorprendió, porque había bastante acuerdo entre los analistas que esperábamos una corrección a la baja en el rango de crecimiento, pero en un rango centrado en torno al 2%. El Central, en IPoM anteriores, había mostrado una visión relativamente optimista respecto de los desarrollos futuros, no tanto porque previera una mejora del escenario internacional, sino porque preveía una recuperación de las expectativas internas. Esta vez el Banco Central abandona esa expectativa. Este mayor realismo en el plano interno y la constatación del deterioro del escenario externo constituyen dos señales muy importantes del IPoM. Eso sí, cuesta entender que los riesgos para la actividad estén balanceados. La mayoría de los elementos que menciona son fuentes de riesgo a la baja: la repetición de eventos de volatilidad, dudas sobre la recuperación de EEUU, las preocupaciones sobre China, el posible viraje hacia políticas proteccionistas, la importante debilidad de América Latina y condiciones financieras más restrictivas constituyen riesgos a la baja. Valoro la corrección en las proyecciones de crecimiento, pero las proyecciones de actividad tienen un sesgo a la baja.

- ¿Qué lleva al banco a retomar el discurso sobre las confianzas?

- Los bancos centrales tienen que tener cuidado de no invadir territorios que le son ajenos porque cuando eso ocurre, también se invita a otros a opinar sobre la conducción de la política monetaria. Por lo tanto, por más que el Banco Central sea un órgano independiente y su opinión interese al resto de agentes de la economía, debe tener cuidado porque al hacer aquello puede poner en riesgo su propia institucionalidad, que es la autonomía. El banco ha hecho un esfuerzo para contribuir a un ambiente de mayor certidumbre, pero cuidando siempre la institucionalidad que lo rige, que tiene un enorme valor para el país.

- ¿No cree que el término “autocomplaciente” es un poco fuerte?

- Es un comentario absolutamente apropiado.

- ¿Estamos más cerca del 1% o 0,5% para este año?

- Este año vamos a tener una dificultad adicional respecto al año anterior, y es que el crecimiento de arrastre con que se inicia 2016 es sustancialmente inferior al de 2015. A ello, se agrega un entorno externo más adverso, una política fiscal más restrictiva, y un sector construcción que perderá dinamismo. Ello nos hace pensar que con una alta probabilidad vamos a tener un crecimiento bajo 2%, entre 1% y 2%. Lo que que puede hacer una diferencia es el papel que juegue el gobierno en adelante. Si su preocupación por el crecimento es genuina y no meramente comunicacional, ello puede hacer una diferencia.

- ¿Cómo valora las 22 medidas anunciadas por el gobierno?

- Muestra un regreso de la racionalidad económica como principio ordenador de las decisiones de nuestras autoridades. Esto es algo significativo, cuando en los dos primeros años de este gobierno ha imperado una racionalidad eminentemente política. Este conjunto de medidas tienen un valor adicional porque constituyen una señal positiva para los actores de nuestra economía. Pero, al mismo tiempo, no pueden esperarse efectos significativos de estas medidas, ni en el corto ni el mediano plazo, porque el peso que tienen otras reformas en las preocupaciones de los empresarios es mucho más significativo. Como la reforma laboral, que amenaza la capacidad de los empresarios para administrar sus empresas, y la futura reforma constitucional, que podría amenazar el derecho de propiedad y el equilibrio de las finanzas públicas. No preveo un impacto mayor sobre la inversión y el crecimiento de mediano plazo mientras no se reduzca la incertidumbre en estos ámbitos.

- ¿Cómo ha visto el rol del ministro Valdés en la contención de las reformas?

- Yo tengo la mejor opinión de Rodrigo Valdés como profesional, hay pocos profesionales más capaces que él en el país. Tengo bastante confianza en que él entiende lo que requiere el país para crecer, por más que él ha hecho ver su preocupación por la inequidad, lo que es muy legítimo. Soy un convencido de que él no ha podido hacer más porque no ha tenido el empoderamiento necesario para hacerlo. Su conflicto con la ministra Rincón sobre la interpretación de las adecuaciones necesarias es una muestra de que él entiende que por muy legítimas que sean las aspiraciones de la CUT, ese tipo de interpretaciones van mucho más allá del equilibrio en la relación entre el trabajo y el capital

- ¿Quién falta que empodere al ministro?

- El problema es claramente la Presidenta. Las cosas se están haciendo de esta manera porque la Presidenta quiere que se hagan así, no hay otra interpretación. Este no es un conflicto entre ministros. En un régimen presidencial fuerte como el chileno, claramente lo que está ocurriendo es un reflejo de las preferencias de la Presidenta.

- ¿Comparte la tesis de que la convergencia de la inflación se alcance antes de lo esperado?

- Sí, eso es así por varias razones. La economía está más débil, y vamos a acumular holguras de capacidad a una velocidad algo mayor. A eso se suma el hecho de que se espera que la dinámica de los precios de los alimentos y la energía sea más favorable y por último está la evolución reciente del tipo de cambio, que también contribuirá a la convergencia inflacionaria.

- Algunos analistas han señalado que se requiere al menos una rebaja de la tasa. ¿Lo ve factible?

- El objetivo del Banco Central es tener una inflación anclada en torno al 3%, y ha calibrado sus modelos para ver cuál es la trayectoria de la tasa política que garantiza la convergencia de la inflación en 24 meses al 3% y esa es un trayectoria con un leve ajuste al alza, 25 puntos el primer año y otros 25 al segundo. Pero me atrevo a pensar que si en la segunda parte del año la inflación da señales de converger al 3%, no se puede descartar que el banco opte por postergar las alzas en la tasa.

"El ajuste fiscal tendrá que ser reforzado el próximo año"

Hace prácticamente un mes, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, anunció un recorte de US$ 540 millones en el gasto público de este año, justificando la medida en el deterioro del escenario externo, la fuerte baja del precio del cobre de largo plazo (de US$ 2,98 a US$ 2,57 la libra) y la necesidad de volver a una senda de convergencia del balance estructural.

Desormeaux valora el recorte. Sin embargo, advierte que no será el último durante esta administración, debido a que los parámetros que definen el gasto en el largo plazo (como el cobre y el Producto de tendencia) continuarán una senda decreciente.

- ¿Cree que como dijo Vittorio Corbo, habrá más ajustes en materia fiscal?

- Yo concuerdo con Vittorio. No hay duda que la corrección que se hizo fue muy bienvenida por el mercado, por los analistas internacionales, por las agencias calificadoras, que esperaban una señal en este sentido por parte de la autoridad fiscal en respuesta al deterioro de las condiciones externas. Pero sabemos que la corrección que hizo Hacienda sólo se hace cargo de la menor estimación del precio del cobre de mediano plazo. Por lo tanto, hay una corrección pendiente en la estimación del balance estructural, que es la del PIB potencial. Y cuando se corrija por este factor, será necesario un nuevo ajuste.

- ¿De la misma magnitud?

- Dependerá de la evolución del precio del cobre y de otros parámetros importantes, incluyendo los efectos de la reciente simplificación de la reforma tributaria, que podría tener un efecto positivo sobre los ingresos tributarios. Pero todo indica que si queremos tener una trayectoria decreciente del déficit estructural del sector público, este ajuste tendrá que ser reforzado el próximo año.

- ¿Esquivamos la baja en la clasificación de riesgo?

- Hay que ver las declaraciones que han hecho las agencias, en general todas se han manifestado muy satisfechas con esta reacción, la han considerado proactiva y oportuna y ni siquiera están considerando una modificación de las perspectivas de la clasificación de riesgo. Así es que claramente el ministro de Hacienda acertó, haciendo un ajuste que no es sustancial, que dejó contento a todos, pero indudablemente este ajuste va a tener que ser reforzado el próximo año.

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