Por Patricio Ojeda González
Con la elección presidencial resuelta, el programa de cambios tributarios planteado por la mandataria electa, Michelle Bachelet, empieza a tomar fuerza, sobre todo pensando en que propone cambios importantes a la actual estructura de gravámenes.
Pese a que ha generado polémica, desde el grupo que elaboró la propuesta se señala que la intención de efectuar estos cambios no ha cambiado un ápice.
Es decir, se proyecta que a partir de marzo el Congreso comience a discutir el proyecto que, entre otras cosas, contempla mayores impuestos a los autos que funcionan en base a diesel, impuestos específicos al alcohol y al tabaco y un alza de las viviendas de más de 2.000 UF a raíz de la fiscalización más rigurosa de las transacciones de inmuebles, entre constructoras, inmobiliarias y otros agentes intermediarios.
Pero no todo repercute en el bolsillo de manera negativa. Se espera una rebaja en el impuesto a la renta de las personas y también el incentivo al ahorro de las personas, modificando los mecanismos actuales y estandarizándolos en una sola herramienta, que se unirá al Ahorro Previsional Voluntario (APV). Además, se descarta de manera tajante el establecimiento de un impuesto a los profesionales.
El diagnóstico que tiene el comando de Michelle Bachelet es claro: si Chile quiere llegar al desarrollo necesita realizar importantes transformaciones en algunas áreas que requieren de un aumento relevante del gasto público.
A raíz de ello, una de las primeras propuestas que planteó la ahora mandataria electa fue la elaboración de una reforma tributaria para contar con ingresos permanentes, de modo de financiar esos mayores gastos en que debería incurrir el Estado.
Esto, repercutirá en el mundo corporativo y en el ámbito personal, dado que el programa tributario que elaboró una comisión de cinco integrantes (Andrea Repetto, Michael Jorratt, Óscar Landerretche, Ricardo Lagos Weber y Alberto Arenas) contiene varias modificaciones a la actual estructura tributaria del país.
Ya han sido ampliamente debatidos los cambios que se proponen al Fondo de Utilidades Tributables (FUT), pero también el programa contempla cambios que repercutirán directamente en el bolsillo de las personas.
1 Impuestos indirectos: viviendas de más de 2.000 UF
Una de las principales propuestas en este ámbito es la que apunta a terminar con la elusión del pago de IVA en la venta de bienes inmuebles nuevos. "Para esto gravaremos todas las transacciones de inmuebles, entre constructoras, inmobiliarias y otros agentes intermedios, anteriores a la venta que se realice al consumidor final", señala el programa de la mandataria, "asimismo, restringiremos el crédito especial de IVA para empresas constructoras, limitándolo sólo a viviendas con precios inferiores a las 2000 UF".
Eso se traduciría en un aumento al consumidor final en el precio de las viviendas de más de 2.000 UF. Desde el comando señalan que "va a tener un efecto en el sentido que el IVA va a ser más alto para las casas, porque considerando el crédito que existe, el IVA a las casas es de entre 7% y 8% y se estaría subiendo al 19% que anotan todos los bienes".
2 Impuesto de timbres y estampillas
A juicio del equipo que elaboró la propuesta tributaria de la presidenta, la idea es aumentar en el plazo de dos años el impuesto de Timbres y Estampillas, desde el actual 0,4% a 0,8%. Si bien en los últimos años la tendencia ha sido disminuirlo, desde el comando afirman que es un impuesto progresivo, dado que "si se quiere hablar de equidad y se miran las cifras de la encuestas de consumo, los mayores pagos de intereses se concentran en el segmento alto. Como uno tiene un IVA se debieran gravar todos los consumos, pero hay un consumo que no se puede gravar con IVA, que son los servicios financieros, o sea el spread de la tasa de interés de un crédito cualquiera. Entonces el impuesto de timbres y estampillas algunos lo ven como un sustituto de IVA en esos servicios financieros y esa es la lógica de mantenerlo.
3 Impuestos correctivos: alcoholes y tabaco
Hay un diagnóstico claro: se necesita recaudar más recursos y, a juicio de los asesores de Michelle Bachelet, lo mejor es hacerlo con aquellos tributos que, además, ayudan a corregir externalidades negativas.
Por ello, la idea de acercarse al tributo promedio que exhiben los países de la OCDE en materia de alcoholes seduce al equipo que asesoró a la ex directora de ONU Mujeres. "En el caso de los alcoholes, el problema que hay es que la tributación en Chile es muy baja en comparación con la de otros países y también es súper baja respecto al tabaco, siendo que los alcoholes son tan dañinos como el tabaco en algunos casos. En todo el mundo se busca bajar el consumo. Estos son buenos instrumentos para recaudar y son eficientes porque corrigen una externalidad negativa".
¿Monto de aumento? Aún se está estudiando, pero se busca avanzar a una cifra cercana al promedio dela OCDE. Es más, la propuesta inicial es de 20 UTM por cada 100 litros de alcohol puro incluido en cada tipo de bebida.
En el tabaco el tema es similar, la propuesta es reamplazar el actual impuesto por un tributo específico, que mantenga la recaudación en su nivel actual. "La medida resulta ser un claro desincentivo al consumo y es una forma de aportar a la salud pública desde los impuestos", acota el programa de la mandataria electa.
4 Automóviles a diesel: ¿cilindraje o emisiones?
En este caso, la idea es desincentivar la compra de vehículos particulares que utilizan petróleo diesel y también aquellos de alta cilindrada. Por ello, la propuesta tributaria apunta a establecer un impuesto adicional a estos vehículos, que se pague en simultáneo con el permiso de circulación.
Si bien la alternativa inicial apuntaba a "castigar" a los autos de mayor cilindrada, el grupo asesor está estudiando la fórmula más conveniente porque hay estudios que plantean que la cilindrada no guarda relación con la contaminación.
En ese sentido, plantean que "hay un tema técnico que podría modificarse y que no sea sobre cilindrada, sino sobre emisiones efectivas. Pero sí debería haber un impuesto al diesel".
5 Pequeños y medianos empresarios
Ha sido uno de los puntos más polémicos. Desde el oficialismo se critica que la propuesta de eliminación gradual del FUT perjudica a los pequeños y medianos empresarios, pero la visión desde el entorno de la presidenta es distinto. "En el fondo se intenta que estos tres puntos se obtengan de las personas de mayores ingresos y eso se logra, o sea, la reforma es progresiva. Siempre pueden haber medidas, como que la gente de bajos ingresos también toma cerveza, pero en el neto es mucho más lo que se obtiene de la gente de altos ingresos, porque la subida fuerte va a estar en las rentas del capital y no en los microempresarios, sino en las empresas más grandes".
En ese sentido, el perjuicio a la PYME es descartado: "Eso no es así, porque hoy para que convenga acumular FUT se debe tener una tasa personal superior a 20%. Si la tasa como dueño de empresa es menor al 20%, lo que conviene es sacar el dinero y se paga menos. Si se saca la cuenta, en Chile más del 90% de las empresas son PYME y de ellas, también más del 90% pertenece a personas cuya tasa de gravamen es menor que el 20%, entonces un almacén o una pequeña industria lo más probable es que no tenga FUT y si lo tiene, a fin de cuentas está pagando más impuesto de lo que pagaría con nuestro sistema devengado. Entonces, cada uno paga según su tasa, y el empresario PYME que está exento de su renta personal va a pagar 0% aunque deje la utilidad dentro de la empresa".
Impuesto a la renta pasaría a 35% y se fomenta el ahorro de las personas
1 Impuesto a la renta
El programa de Michelle Bachelet contempla reducir, en forma gradual, la tasa máxima de los impuestos personales, del 40% actual a un 35%, en el plazo de cuatro años.
¿Por qué bajar la tasa? Desde el grupo asesor de la presidenta electa se señala que "porque en un sistema en base devengada, como el que se propone, una tasa de 40% podría ser alta, en términos de comparación internacional, respecto a cómo se gravan las rentas de capital". Respecto a si es una medida regresiva, se señala que "no, porque se baja la tasa cinco puntos porcentuales, pero la base imponible se amplía mucho, entonces el resultado final es muy progresivo. En el fondo, -señalan- hoy los empresarios no pagan un 40%, si es que en realidad pagan un 20%".
2 Ahorro Personas
En su primer período como presidenta, Michelle Bachelet estableció el Ahorro Previsional Voluntario (AVP) como una de las principales herramientas de ahorro para la jubilación. Esa idea se mantendrá tal como está, incluidas algunas herramientas que no han tenido impacto como el AVP colectivo. Pero sí se reformularán herramientas como el 57 bis para estandarizar una sola herramienta.
En esa línea, el programa plantea que "eximiremos de impuestos a las personas por las ganancias percibidas con el ahorro que realicen en instrumentos financieros, hasta un tope correspondiente a rentabilidad de instrumentos sin riesgos. De esta forma, se premia el ahorro al que acceden normalmente las personas de ingresos medios".
Al respecto, desde el grupo asesor de Bachelet se plantea que "hoy existen varios incentivos al ahorro que se superponen unos con otros, está el 57 bis, el APV, hay una serie de exenciones para los trabajadores dependiente por montos bajos. El APV sigue, pero la idea es reemplazar todo lo otro por un único incentivo. Va en la línea de lo que proponen los especialistas, en el fondo de eximir la rentabilidad normal.
3 Descartan impuesto a los profesionales:
Uno de los ítem polémicos, sobre todo a nivel de redes sociales, sería el establecimiento de un tributo a los profesionales. Del comando se apresuran a desmentir tajantemente esa idea.
"Eso no sé de dónde salió porque nunca se ha planteado. La comisión nunca propuso eso. Tal vez alguien del grupo que trabajó los temas de educación tiró ese tema, pero ni siquiera se estudió de parte de la comisión tributaria".