Empresarios y trabajadores valoran las medidas de la Agenda de Productividad, pero la Sofofa y el comercio lamentan que algunas quedaron fuera

Los gremios empresariales, de trabajadores y Pymes valoraron en general la propuesta de Agenda de Productividad dada a conocer esta mañana por el gobierno.

Desde la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), el principal foco de su presidente, Ricardo Mewes, apuntó a la medición de los avances en productividad que otorguen las medidas propuestas y qué tan efectivas puedan ser.

Específicamente, respecto al riesgo de aumento de la informalidad laboral, el timonel de los grandes empresarios manifestó su preocupación en establecer metas para medir los progresos en dicha materia. “Si estamos hoy día cerca del 30% de informalidad y queremos llevarnos lo que teníamos antes, que era del orden del 22%, tenemos que medir para ver cómo vamos avanzando en eso”, destacó.

El presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Richard Von Appen, recalcó las instancias de diálogo tripartito entre gobierno, empresarios y trabajadores. “Es una buena noticia, y lo primero que quiero destacar es el diálogo en forma tripartita, junto con las organizaciones sindicales y representantes de los trabajadores, también del mundo empresarial, pero no solamente las grandes empresas, sino también las medianas y pequeñas".

Von Appen calificó la agenda como “muy necesaria para poder recuperar la capacidad de crecimiento, y con eso el aumento de los ingresos reales que es el gran desafío que va a tener nuestra economía en los próximos años”. Sin embargo, el timonel del gremio aseguró que “hay muchos aspectos adicionales que nosotros también levantamos que aún no han sido incorporados”.

Esto se complementa a través de la declaración pública de la Sofofa, donde, pese a valorar la agenda, exponen las medidas que “no fueron consideradas por la autoridad, tales como generar nuevos incentivos a la inversión en innovación, equipamiento y transformación digital, reforzar la infraestructura logística para facilitar el comercio; identificar barreras regulatorias que impiden o dificultan una mayor competencia; perfeccionar la franquicia tributaria; y el fortalecimiento y mejora de subsidios ya existentes bien evaluados para enfrentar la informalidad laboral”, declararon.

Por su parte, la Asociación de Proveedores de la Industria de la Salud (APIS), a través de un comunicado, expresó su valoración de la Agenda de Productividad, donde se destacó “la participación de las Mipymes y cooperativas dentro de las compras públicas”. El director ejecutivo de APIS, Eduardo del Solar, señaló que “falta mucho para beneficiar a las empresas de menor tamaño”.

En cuanto a la Ley de Pago a 30 días, Del Solar aseguró que aún se debe enfrentar de mejor forma. Sin embargo, desde APIS destacaron la futura presentación de un proyecto de ley, donde se crearán “herramientas para mejorar el cumplimiento de los plazos de pago en transacciones comerciales del sector público y privado”, declararon.

Mientras que el presidente de la Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas (Asimet), Dante Arrigoni, señaló que la agenda era esperada hace meses por el sector productivo nacional: “Que la productividad vuelva a crecer a un 1,5% anual, para terminar con el estancamiento de la última década, fue un compromiso del Presidente Gabriel Boric en su primera cuenta pública, por lo tanto, hoy vemos con satisfacción que, al menos, existe la voluntad del Gobierno para avanzar de manera concreta en esa dirección”, sostuvo. 

Entre las medidas de la agenda, el dirigente gremial destacó la que apunta a mejorar la institucionalidad para la tramitación de proyectos de inversión, “que apunta a entregar certeza jurídica que hoy se ha puesto en entredicho”. La facilitación del comercio, a través de la digitalización y simplificación de procesos, para reducir costos y tiempos, así como una mayor competencia en el cabotaje marítimo también fue nombrada por el dirigente gremial como una medida clave para el sector manufacturero.

Desde la Central Unitaria de Trabajadores de Chile (CUT), su vicepresidente, Juan Moreno, dio énfasis al diálogo social que influyó en la Agenda de Productividad. En el marco del trabajo informal, Moreno coincidió con la ministra Jara al referirse a “que el trabajo formal sea atractivo”, donde exista mayor inserción y mejores condiciones laborales, especialmente para las mujeres.

El representante de la multisindical destacó el rumbo que marcará la implementación de las medidas, asegurando que “esto va a ser profundo si queremos un Chile más justo, un Chile más solidario, y va a ser el esfuerzo de todos”. Adicionalmente, agradeció al Gobierno “que sí está pensando en los trabajadores y trabajadoras del país”.

Por su parte, el dirigente de Unapyme, Lautaro Videla, valoró el aumento en la participación dentro de las compras públicas, y que se desarrollara una instancia de diálogo con el fin de establecer vínculos para ser escuchados como gremio, además de destacar la labor del Gobierno. “Es relevante en los compromisos cuando el Gobierno plantea sus ideas y propuestas, fijando metas y objetivos que después podamos evaluar”, agregó.

La Cámara de Comercio de Santiago (CCS) también dio a conocer su visión sobre la agenda, al calificarla como “necesaria, pero muy insuficiente”. Según su presidenta, María Teresa Vial, “gran parte de las medidas apuntan a mejoras en la burocracia estatal, otras a acelerar proyectos que ya se encuentran en trámite, y solo una porción menor amplía la mirada hacia los problemas de fondo de nuestra economía en materia de productividad y nuevas fuentes de crecimiento”.

Vial, a pesar de reconocer el esfuerzo del Gobierno, planteó que es necesario enfrentar los desafíos del país en materia de desarrollo económico. “Chile va quedando atrás en incorporar nuevas oportunidades de generación de emprendimiento, empleo, productividad y bienestar que permitan una inserción competitiva en los mercados globales”, afirmó la líder gremial.

A su vez, la timonel de la CCS mencionó ejemplos de algunas metas que Chile debería proponerse “para ser actores proactivos de las grandes transformaciones que vive la economía global”. Entre estos objetivos se incluye una modernización regulatoria que promueva las industrias basadas en innovación digital, cambios en la institucionalidad laboral que consideren las nuevas formas de trabajo, avanzar en materia de sostenibilidad, e incorporación de inteligencias artificiales en seguridad.