La economía chilena no logró desahacerse de un bajo crecimiento en 2015. Las mismas cifras oficiales corroboraron el viernes que el paso se mantuvo flojo y la actividad sólo alcanzó a expandirse un 2%, no muy distinto del 1,9% de 2014.
Un escenario que lógicamente resintieron las distintas regiones del país, en particular aquellas productoras de cobre -que sufrió una marcada caída el año pasado-, así como otras cuya estructura productiva se sostiene en la industria o, bien, en ciertos productos exportados, cuyos precios también la pasaron mal, por ejemplo los salmones.
Gráfico, la Región de Tarapacá, donde el 96% de sus envíos corresponde a la minería -además de representar el 50% de su PIB-, fue una de las regiones con mayor desempleo en 2015: un 7,2% que implica un punto porcentual sobre el promedio nacional.
Ante esta situación, los actores apuestan por el factor de la inversión privada. De hecho, hay dos proyectos energéticos que comienzan su construcción durante los próximos meses y que van a generar más de 500 puestos de empleos. Se trata de “Cielos de Tarapacá” y “Espejo de Tarapacá”, que en conjunto involucran recursos del orden de US$ 1.300 millones.
Pero no sólo el cobre ha afectado a las arcas regionales. En el caso de la Región de Atacama, el gran perjudicado fue el hierro, cuyo precio se desplomó 41% el año pasado a US$ 39 por tonelada.
Para enfrentar este escenario, tanto las autoridades como el sector privado coinciden en la importancia de fortalecer las alianzas entre ambos, las que -variando según la región- han mostrado bastante desarrollo.
En este contexto, el seremi de Economía (s) de Atacama, Alejandro Escudero, advierte que en “en conjunto con el sector privado se promueven las condiciones ambientales, se crean oportunidades para las pymes y se aúnan esfuerzos para destrabar proyectos”.
La autoridad también destaca que “actualmente existen 36 proyectos aprobados por el sistema de impacto ambiental por U$ 7.061 millones, ninguno judicializado”.
La mirada de la industria es parecida, pero también existen reparos al respecto. El presidente de la Asociación Industrial de Arica (Asinda), Eduardo Gallardo, comenta que “si en 2016 se implementan los planes de gobierno, podría existir un contraciclo económico, pero hay mucho por mejorar, el aparato estatal aún está muy retrasado, existe mucha burocracia que entrampa las inversiones”.
En el mismo tono, el presidente de los industriales de Valparaíso y Aconcagua, Hans Wesser, asegura que “el trabajo público privado que se pueda concretar, la facilitación de fondos para emprendedores, innovaciones y empresas que deseen tener un impulso en su crecimiento, serán claves para enfrentar el panorama actual. Es fundamental poner énfasis en este tema, creando instancias que propicien este trabajo común, y por tanto, conseguir los resultados que espera el país”.
Tipo de cambio y la diversificación
Otra de las consecuencias que ha tenido la baja del precio del cobre ha sido el fortalecimiento del dólar, moneda que durante enero promedió $ 722. Esta situación ha sido una oportunidad para algunos sectores, principalmente el exportador.
Un ejemplo de esto es la Región del Biobío, donde la actividad económica depende fundamentalmente de los envíos de recursos naturales, comenta el seremi de Economía de la región, Iván Valenzuela, que “a pesar de la desaceleración de China que es nuestro principal exportador, la actividad no se vio tan afectada, ya que subieron 8% las exportaciones a Estados Unidos, volviendo a cifras de años anteriores, pero además han aumentado las exportaciones agrícolas”.
Según los datos del Inacer de septiembre, la Octava Región presentó un crecimiento acumulado de tan sólo 0,3%, uno de los más bajos del país. Para Hernán Celis, presidente de la Cámara de la Producción y del Comercio de Concepción (CPCC) “la reactivación económica de la región sólo es factible mediante el impulso a las inversiones e incentivos a la creación de nuevas empresas, que favorezcan la economía, generen empleo y entreguen bienestar a sus habitantes”.
El empresario hace un llamado también a que “es fundamental que se concreten las inversiones pendientes y se propicie la llegada de otras”.
En la Región de los Ríos se espera tener un crecimiento mayor al acumulado a septiembre, que según el Inacer alcanzó un 1,4%. Esto, principalmente con el desarrollo de la academia (hay cinco universidades en la región), la generación de energía eléctrica y eólica, los servicios y el sector agrícola. El presidente de la Cámara de Comercio local, Rodrigo Echevarría, destaca que se debe sumar el trabajo en conjunto. “Tenemos que ser un apoyo más que una traba, los problemas son transversales” asegura.
En la vecina Región de Los Lagos, se han visto afectados por la crisis del salmón. La seremi de Economía, Carmen Muñoz, explica que buscarán hacer frente a esta situación con el desarrollo de la industria mitilicultora, la que ha tenido un explosivo crecimiento durante los últimos años. “La estrategia de desarrollo regional busca fomentar la industria alimentaria, el sector turístico y la innovación” agrega.
TURISMO, un aliado este año
En el escenario actual la economía nacional resulta imprescindible la diversificación de la matriz productiva. Y es en este sentido que el turismo ha tomado gran relevancia, alentado principalmente por el alza del precio del dólar, que redujo las posibilidades de comprar paquetes turísticos en el extranjero e incentivó a recorrer los parajes nacionales.
Las regiones han aprovechado esta situación para atraer más visitantes y abrir nuevos mercados, como ocurre en la Región de Valparaíso. El seremi de Economía de la zona, Aland Tapia, explica que este año "hemos puesto el énfasis en la agenda de productividad impulsada por el gobierno, con medidas como los centros de desarrollo de negocios, los barrios comerciales, los programas estratégicos y los sellos de origen, pero también buscamos diversificar la economía apoyando fuertemente al sector del turismo sustentable".
El presidente de Asiva, Hans Wesser, reconoce que la industria espera que este 2016 no sea muy auspicioso, más bien con un crecimiento plano, por lo que "en el ámbito del empleo, tanto comercio como servicios asociados al turismo y hotelería, son relevantes en la generación de puestos de trabajo, siendo clave su impulso para la dinámica regional".
Los números de enero del sector ya generaron optimismo. Un estudio realizado por la subsecretaría de Turismo mostró que la tasa de ocupación media del país se situó en 71,5%, lo que significa un alza de 6,4% en comparación al año anterior, en el que este indicador llegó a 65,1%.
En el detalle entregado por Turismo se observaron nueve destinos con una ocupación mayor al 80%. El primer lugar lo obtuvo Punta Arenas y Estrecho de Magallanes con un 93,6%, seguido por Valparaíso, Viña del Mar y Concón (89,0%), luego Iquique (89,0%), Aysén-Coyhaique (87,9%), Puerto Montt (85,8%), Carretera Austral Norte (84,9%), Temuco (83,6%), Osorno-Puyehue (81,8%) y Saltos del Laja (80,4%).
Según estre informe, para esta temporada de verano se prevé que los chilenos realicen aproximadamente 10 millones de viajes en el país durmiendo en destino.
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