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Felipe Larraín: “Este gobierno ha desplegado la más potente agenda contra el crecimiento”

Economista ve pocos factores para esperar un repunte en el segundo tiempo del mandato, aunque valora que el ministro Valdés “hable con la verdad”. Por S. Valdenegro y R. Lucero.

Por: | Publicado: Lunes 7 de marzo de 2016 a las 04:00 hrs.
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El Ministerio de Hacienda no es un lugar ajeno para Felipe Larraín: durante los cuatro años del gobierno anterior se desempeñó como el titular de las finanzas públicas, en un período marcado por la fuerte expansión de la economía chilena, en medio de un contexto internacional propicio para los países emergentes y altos precios de las materias primas.

En su paso por Teatinos 120, Larraín también aprendió sobre el trabajo -muchas veces poco grato- de los ministros de Hacienda: contener al máximo las expectativas de gasto ante las incontables demandas sociales, razón por la cual empatiza con la cruzada que lidera el actual jefe del equipo económico del gobierno, Rodrigo Valdés, por acotar las reformas y volver a posiciones el crecimiento en el centro de la agenda.

Y si bien señala que en términos de resultados económicos el desempeño del gobierno ha sido “muy malo”, valora que Valdés “le hable con la verdad” al país respecto a la estrechez presupuestaria que se vive hoy.

- ¿Cuál es su evaluación del desempeño económico del gobierno en estos dos años?

- Uno tiene que evaluar a los gobiernos por resultados y no por intenciones. Y cuando uno juzga por resultados, el desempeño de este gobierno no puede calificarse sino como muy malo.

Y es muy malo porque en esta economía ha habido un frenazo de proporciones, mucho más allá de lo que hubiera sido natural dado el deterioro de algunas condiciones externas. Para ser justo, por supuesto que todo el efecto no es interno, hay una parte externa y otra interna, pero si uno hace los cálculos, alrededor del 70% del efecto es interno y el 30% viene de fuera. Chile podría estar creciendo tranquilamente entre 3,5% y 4%, y este año no vamos a crecer ni al 2%.

Hay que decir la verdad: el desempeño que ha tenido la economía chilena es paupérrimo y el grueso de la responsabilidad es interna. Esto es importante porque la primera parte de revertir es tener un buen diagnóstico.

- Pero el gobierno dio varias señales de preocupación por el bajo crecimiento la semana pasada.

- Hoy el gobierno habla de crecimiento, de una agenda pro crecimiento, pero a la vez vemos la reforma laboral. Entonces, el problema es que hay una incoherencia entre el discurso que tiene el gobierno y la práctica en las políticas que impulsa, que son una pesada carga en contra del crecimiento.

Este gobierno, hasta el momento, ha desplegado la más potente agenda en contra del crecimiento que me ha tocado ver.

- ¿Sus reparos son con las reformas mismas o con cómo se han elaborado?

- En términos de objetivos tenemos amplias coincidencias, todos queremos un país más justo, más inclusivo y con menores niveles de desigualdad. El problema de las reformas del gobierno es que han tenido un grave costo en materia de crecimiento económico y, además, en materia de reducir la desigualdad, todo indica que no se lograra ese objetivo, partiendo por la reforma de gratuidad.

Uno tiene la sensación de que el diagnóstico técnico, toda la evidencia empírica y el consenso de los especialistas no tiene ningún efecto en lo que hace el gobierno. Y después el propio gobierno reconoce importantes errores en las reformas y no se enmiendan. Eso lo encuentro casi psicológico, como una catarsis pública sólo para después seguir adelante.

- El gobierno ha enviado señales de que en este segundo tiempo el crecimiento será la prioridad. ¿Lo ve factible?

- Este gobierno, en su práctica y su actuar, ha evidenciado un profundo desprecio por el crecimiento económico. Esto no es llegar e invitar a los empresarios a que inviertan, al país que crezca y a las personas que trabajen. El rol del gobierno no es sólo exhortar, su rol está en las señales y en las políticas públicas. Hoy tenemos niveles de pesimismo muy altos en consumidores y empresarios.

- Pero el clima de pesimismo también se relaciona con el financiamiento irregular de la política y casos de colusión en el sector privado.

- Obviamente, hay una parte de eso también, no pretendo negar que eso contribuye al clima enrarecido, todo eso enturbia el ambiente. Pero lo que tiene más efecto sobre la inversión y el crecimiento económico son las políticas públicas: ¿qué Código Tributario va a existir? ¿Qué Constitución? ¿Qué va a pasar con algunas reformas sectoriales pendientes?

Los países no pueden parar, se necesita seguir haciendo cambios, son necesarios, pero hay que hacerlos en la dirección correcta. El problema es cuando no se dialoga y se trata de imponer mayorías.

Cualquiera que sea el gobierno que siga a éste, va a tener que corregir cosas importantes que han quedado técnicamente mal en las reformas, partiendo con lo tributario.

- ¿Respiró tranquilo con el cambio de ministro de Hacienda?

- Yo nunca me referí a las personas, pero valoro al ministro Valdés. Sin duda, hablar al país con la verdad ha sido lo más importante. El primer año de gobierno nos contaron una cantidad de cuentos: que las reformas no afectarían la inversión ni el crecimiento, por ejemplo...

- ¿Cuál es el mayor desafío para Valdés en el segundo tiempo?

- Esto no lo personalizo en el ministro Valdés, pero francamente yo no espero mucho de este gobierno en materia de que recupere el crecimiento de este país. Crecer al 2% ya es aspiracional para Chile.

Pagando el “exceso de gasto”

- ¿Qué tan necesario era el ajuste fiscal?

- Era necesario por las condiciones externas, en particular por el efecto de la caída del cobre. Además, vamos a tener una caída en el PIB potencial, que en dos años se ha desplomado desde 5% a 3%. Yo valoro el ajuste porque había que hacerlo, es responsable cuando se están deteriorando las cuentas fiscales como está pasando en Chile. Pero no responde sólo al precio del cobre. A esto hay que agregarle el exceso de gasto de los dos años previos, ¡estamos pagando la cuenta del exceso de gasto! Tenemos que ajustarnos hoy, en parte, porque se sobregastó en los períodos cuando ya había caído de manera importante el precio del cobre y los brotes verde snunca existieron.

- Usted en 2011 realizó un recorte del gasto que fue superior a los US$ 700 millones, en un contexto menos adverso que el actual. ¿Es suficiente la cifra?

- Este recorte es más o menos 0,25% del PIB. Solamente por la caída del precio del cobre de largo plazo y la probable corrección a la baja del PIB potencial, da como resultado más de 1% del PIB en menores ingresos estructurales.

El ministro Valdés le ha hablado al país con la verdad en materia fiscal, ha hecho un llamado a la responsabilidad fiscal y eso lo valoro. Pero este ajuste es entre un cuarto y un quinto del deterioro de los ingresos estructurales.

- ¿Es probable otro ajuste?

- No sé si hay espacio, pero indudablemente con esto hay un deterioro en las cuentas fiscales y no se va a cumplir el objetivo de converger al balance estructural hacia fines de la administración. 

 

LA "RACIONALIDAD" CONSTITUCIONAL

 

Este jueves, entre 08:45 y 13:00, el Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales (Clapes) de la Universidad Católica realizará un seminario para abordar uno de los temas que se tomarán la agenda en los próximos dos años: la reforma a la Constitución.


El evento "Orden público económico y nueva Constitución" se realizará en el salón de honor de la UC y contará con la exposición del ministro del Interior, Jorge Burgos. La jornada incluirá, además, la presentación del ex ministro de Hacienda y director de Clapes UC, Felipe Larraín; el investigador de Cieplan, Manuel Marfán; el economista José Ramón Valente; y el ex contralor general de la República, Ramiro Mendoza.


Ad portas de que se inicie el proceso constituyente, Larraín hace un llamado a la prudencia en la discusión, tomando en consideración el impacto que el debate podría generar en la actividad económica. "El gobierno lanza un proceso constituyente donde no está claro ni el mecanismo ni los contenidos, es una fuerte de incertidumbre total", dice.


- Desde la legitimidad, ¿es necesaria una reforma a la Constitución?


- Por supuesto que hay problemas en la aprobación de la Constitución del 80, pero es una Constitución que ha tenido 37 enmiendas y la última con la firma del Presidente Lagos.


Apelo a la racionalidad, hay que juzgar las cosas en su mérito. Yo no parto en decir que una política es mala porque la hace el gobierno de la Nueva Mayoría, primero analizo la política en su mérito.


 

"Esta es una reforma laboral muy irresponsable"

 

- ¿Ve un esfuerzo de contención en las indicaciones a la reforma laboral presentadas la semana pasada?


- Esta es una reforma laboral muy irresponsable. Las indicaciones tienen solo un tema que va en la dirección correcta al permitir -bajo determinadas condiciones- el reemplazo interno en la huelga. Pero la manera en que se redactó podría terminar, como muchos han dicho, en una mayor judicialización. La ley dice que no hay reemplazo interno, pero por otra parte se permiten adecuaciones.


- ¿Qué otro tema le preocupa?


- Me preocupa mucho la negociación interempresa. Esto puede ser el comienzo de la negociación por rama, que hoy no está permitida en la Constitución.


Adicionalmente, no hay ningún avance ni progreso en cosas que son muy importantes, como la extensión de los beneficios. Se le sigue dando el veto al sindicato para la extensión de los beneficios a los trabajadores que no están afiliados.


Nosotros hemos hecho propuestas, propusimos que se pague el 100% de la cuota sindical (hoy se paga 75%) para que nadie viaje gratis en materia de extensión de beneficios.


Encuentro que eso es muy razonable, que la persona que quiere beneficiarse pague el 100% de la cuota. Pero no, lo que se quiere es darle el veto al sindicato.


Además, la titularidad sindical sin considerar la representatividad del sindicato me parece que es muy complicado. Ahora, el negociador único será el sindicato sin atender a la representatividad del mismo.


- ¿Qué impacto podría llegar a tener la reforma en materia de crecimiento y empleo?


- Si sale esta reforma laboral como se está viendo, Chile tendrá un problema de competitividad muy serio a nivel internacional, le va a restar competitividad a las empresas chilenas.


- Usted habla de irresponsabilidad en el trámite, pero hubo una orden presidencial de cerrar el debate lo antes posible con el objetivo de despejar la incertidumbre.


- Lo voy a graficar de la siguiente manera: si usted al atardecer va caminando por la ciudad y se encuentra con un callejón oscuro y a usted le dicen "si usted se va por este callejón, lo pueden asaltar", eso le provoca incertidumbre.


Pero ahora resulta que le despejan la incertidumbre y le dicen "a usted lo van a asaltar de todas maneras".

¿Usted mejoró en la segunda circunstancia?


Entonces, este tema de despejar las incertidumbres es una parte del tema, pero no es la totalidad. Si yo despejo la incertidumbre y me quedo con una reforma mala, el daño ya lo hice.


- ¿Qué le dice que las indicaciones sean criticadas por la CUT, los empresarios y los mismos parlamentarios?


- Este es uno de esos proyectos en que se trata de dejar contentos a todos y, finalmente, no se deja contento a nadie.

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