Un camino en el que hay que perseverar, pero quizás apostando por vías distintas a las utilizadas hasta la fecha, es el que debieran transitar Chile y China, según los expositores del seminario que organizó Clapes UC, a propósito de los 20 años que cumplió el Tratado de Libre Comercio (TLC) vigente entre ambas naciones.
Lo anterior, considerando un balance positivo. De hecho, el embajador del gigante asiático en el país, Niu Qingbao, afirmó que la relación de los últimos 20 años ha sido “fructífera”.
En una de las intervenciones más esperadas del encuentro, resaltó que en estas dos décadas el comercio bilateral ha pasado de US$ 7.100 millones en 2005 a unos US$ 61.600 millones en 2024, lo que supone un aumento de 8,6 veces.
De hecho, el gigante asiático es el principal socio comercial de Chile y a distancia de otras naciones.
El embajador del gigante asiático en el país, Niu Qingbao, afirmó que la relación de los últimos 20 años ha sido “fructífera”.
Además, el diplomático señaló que somos el país “más integrado” con China de la región.
Otro punto que enfatizó fue la presencia de la inversión china en sectores relevantes de la economía nacional, como son infraestructura, energías limpias y economía digital.
No obstante, reforzó que “acogemos con los brazos abiertos la inversión chilena en China”.
Acerca del futuro y, considerando un eventual Gobierno del candidato del Partido Republicano, José Antonio Kast, Niu Qingbao indicó que la relación entre ambos países siempre es estable y China está dispuesta a desarrollar la relación diplomática con Chile sobre la base de la igualdad, respeto y beneficio mutuo.
“Durante los 55 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre nuestros dos países, desarrollar la relación con China es el consenso común de todos los gobiernos chilenos y esta política tiene continuidad y estabilidad”, indicó.
Frente a un acercamiento de la próxima administración con Estados Unidos, dijo que la política exterior es elaborada por el Gobierno chileno.
“También he notado que las relaciones entre China y Chile se pasa a la amistad de nuestros dos países y nunca apunta a un tercero, por eso también no va a ser afectado por un tercero”, indicó.
“La literatura muestra que los TLC pueden ser letra muerta si no se hacen vida. Y para hacer vida se necesita un montón de trabajo adicional”, dijo Claro.
Aprovechar la cooperación
El expresidente Eduardo Frei, indicó que se debe mirar el futuro del vínculo de ambas naciones en función de lo que está sucediendo actualmente en el mundo.
Por lo mismo, señaló que es necesario abordar con más fuerza temas estratégicos que están marcando el rumbo de la innovación, de la economía y del cuidado del planeta, como las energías renovables, la electromovilidad y la ampliación de la cadena de valor en la industria del litio.
Puntualizó que China avanza rápidamente en campos como la inteligencia artificial, la robótica y las telecomunicaciones. “Chile debe aprovechar la creciente cooperación con la nación asiática para impulsar su propia agenda de innovación y modernización productiva y no quedar rezagado tecnológicamente”, dijo el exmandatario.
Y agregó que “también podemos trabajar juntos en el desarrollo de nueva infraestructura por la vía de la asociatividad público-privada, que ha traído grandes inversiones a Chile y que debe continuar y resistir, y que en los últimos años ha estado muy bajo respecto a los anteriores”.
“Hay que viajar, hay que hacer negocios”
El economista y exvicepresidente del Banco Central, Sebastián Claro, también entregó sus conclusiones acerca del impacto que ha tenido el TLC para Chile.
A nivel de tarifa, indicó que la impuesta por China a las importaciones chilenas cayó desde el 8,2% aproximado de 2004 -antes del TLC- a un nivel cercano al 2% en 2020. En tanto, los aranceles chinos promedio al resto de países solo bajaron del 8% al 7%.
No obstante, el experto precisó que si bien el tratado generó un efecto concreto en el crecimiento que han tenido las exportaciones al gigante asiático, este también se explica por la apertura de mercados y firmas de protocolos sanitarios y fitosanitarios.
“La literatura muestra que los TLC pueden ser letra muerta si no se hacen vida. Y para hacer vida se necesita un montón de trabajo adicional. No es solo una caída en tarifa lo que verdaderamente empuja la relación comercial e inversión”, expuso el hoy académico de la Universidad de los Andes.
En esa línea, apuntó a que se debe realizar un esfuerzo muy significativo tanto a nivel público como privado de profundizar las relaciones con China.
“Hay que viajar, hay que hacer negocios, hay que buscar alternativas. Hay que conocer a los intermediarios, porque por sí solo el TLC no va a servir”, dijo.
Además, indicó que en el caso de las inversiones -que también son parte del acuerdo comercial- es necesario mantener la doctrina de reglas claras, transparentes y competitivas de Chile.
Además del embajador chino, Frei y Claro, en el seminario participaron el exministro de Hacienda y director de Clapes UC, Felipe Larraín; la economista Iris Boeninger; y la vicerrectora de Asuntos Internacionales de la UC, María Montt.