Política

Diego Paulsen (RN): “Una reforma potente al sistema de pensiones tiene que ir asociada a una reforma tributaria que lo permita”

Sin embargo, también advierte que esta última debe generar mayor recaudación, pero no inestabilidad.

Por: Claudia Rivas | Publicado: Jueves 10 de marzo de 2022 a las 15:24 hrs.
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Después de trabajar dos años como asesor de la bancada de diputados de Renovación Nacional, el abogado Diego Paulsen Kehr (34), oriundo de la Región de La Araucanía, llegó a la Cámara de Diputados en marzo de 2014, en representación de su zona. Hoy se despide, dejando atrás la experiencia acumulada como presidente de la Corporación durante los dos últimos años de su período parlamentario.

En abril de 2020 aterrizó en la presidencia casi de manera fortuita, ya que siendo minoría, el oficialismo no tenía ninguna oportunidad de instalar a uno de los suyos en el cargo; pero diferencias insalvables en la oposición, le permitieron convertirse en el presidente más joven de la instancia desde 1990, con 32 años; por la misma razón continuó a la cabeza de la Corporación este último año. De este modo, es el segundo diputado que ostenta el cargo por más tiempo, ya que antes que él lo hizo José Antonio Viera Gallo, durante dos años y medio.

Paulsen conversó con Diario Financiero, haciendo un repaso de los hitos de su gestión, su futuro fuera del Congreso y los desafíos del nuevo gobierno y Chile Vamos, respecto de lo cual asegura que "desde la oposición, tenemos súper claro que vamos a tratar de construir un clima de diálogo que permita buenas reformas".

-¿Con qué sensación se va de la Cámara?
-Con la satisfacción de tener la certeza de la valoración de mis colegas del trabajo que hemos realizado, no sólo como diputado, sino también como presidente de la Cámara. Con la tranquilidad de haberlo dejado todo, nos jugamos a un mil por ciento para que en los momentos más difíciles nuestros partidos, nuestra coalición, nuestro gobierno y el Congreso estuviera a la altura de la circunstancias.

-¿Algo quedó por hacer?
-Me voy también con la sensación de una espina clavada al no haber podido encontrar una mínima esperanza de paz en la región. Creo que el principal conflicto que hoy día afecta a Chile es el que pasa por la Región de La Araucanía y estando yo ocho años en el Congreso no fuimos capaces de darle una solución política real y contundente al problema.

-Eso no dependía tanto de usted, tiene más que ver con el clima político en general...
-Sin lugar a dudas, pero finalmente, faltaron mayores esfuerzos, mayor diálogo entre nosotros. Me tocó ser gobierno y oposición y creo que a ambos les faltó un mayor clima de diálogo político en la búsqueda de una solución real. La presidenta (Michelle) Bachelet hizo lo suyo; el presidente (Sebastián) Piñera con el Plan Araucanía hizo lo suyo; pero estamos al debe en varias cosas relevantes –a mi juicio- como que quienes vivimos acá no fuimos capaces de traspasar esa necesidad a Santiago.

-¿Cómo espera que lo enfrente el nuevo gobierno?, porque ya señaló que no renovará el estado de excepción.
-Me encantaría que antes de decir que se va a sacar el estado de excepción, las ministras y ministros del gobierno entrante conversaran con las víctimas, los que sufren realmente, los trabajadores que son afectados. Lo importante es cómo te vas a parar frente a un conflicto que también tiene muchas víctimas de manera indirecta. Espero que al gobierno que entra le vaya bien, que logre encontrar la solución que los últimos seis gobiernos no han podido y para eso va a contar con toda la voluntad política y ganas de trabajar de mi parte, desde la sociedad civil organizada, a contar del 11 de marzo. Soy un convencido de que el clima de diálogo tiene que prosperar, pero con quienes quieran encontrar una solución real, concreta y efectiva, que pueda ser palpable.

-A propósito del diálogo, hace unos días se filtraron unos dichos del diputado Diego Schalper en que llamaba a obstruir la Convención a frenar al gobierno de Boric, ¿será complejo conversar en el Congreso?
-Yo he visto a una futura oposición mucho más dialogante y abierta a los acuerdos que la que enfrentó el presidente Piñera en su pre gobierno. A uno se le olvida, pero hay declaraciones de quienes son hoy día diputados que llamaban a derrocar al presidente Piñera desde el día antes de asumir y que fueron una oposición, en algunos casos, bastante destructiva. Más allá de las frases para la galería que se digan o se filtren, yo me quedaría con la actitud que ha tenido la futura oposición en el traspaso de mando; en cómo los ministros han entregado sus carteras; en cómo los dirigentes de los partidos de centroderecha han ido al diálogo con el presidente electo y eso es lo que finalmente va a primar. Ahora, el futuro gobierno tiene que tener muy claro que cuando se empiece a atentar contra las libertades individuales de las personas, nosotros vamos a hacer una fiera defendiéndolas. Hay temas y derechos de las personas que nosotros no vamos a transar.

-¿Cómo cuáles?
-Como la libertad de enseñanza, la libertad de prensa la libertad de expresión, la libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos... Hay cosas claras en la defensa de nuestros principios, como el derecho de propiedad, el derecho a emprender, a innovar. Vamos a defender, el derecho de la capitalización individual de los fondos de pensiones... Y cuando este gobierno le quiera meter la mano a los chilenos en sus derechos, nosotros vamos a ser implacables.

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"No tengo duda que los grandes empresarios están dispuestos a meterse la mano al bolsillo"

-Ya que aborda el tema, ¿en su sector habrá piso para avanzar en una reforma tributaria y bajo qué condiciones?
-No tengo duda de que como oposición vamos a contribuir a una buena reforma tributaria. Creo que tenemos que entender, y quienes más tienen deben entender, que hay situaciones en que hay que ponerse y estar a la altura de lo que el país necesita. Pero no podemos poner en la misma línea de flotación a las grandes empresas y a las pequeñas. En la actualidad tenemos casi a un millón de emprendedores a los que no podemos agobiar con mayores impuestos; tenemos que ver de qué manera se genera una reforma tributaria que les permita un mayor desarrollo a las pequeñas y medianas empresas; tenemos que permitir una reforma tributaria que genere mayor recaudación, pero no inestabilidad.

-Hay mucha incertidumbre en ese aspecto.
-Pero yo quiero transmitir un poco de tranquilidad en que, desde la oposición, tenemos súper claro que vamos a tratar de construir un clima de diálogo que permita buenas reformas, que avancen con consensos amplios. Si hay algo que nosotros tenemos que volver a hacer es permitir que exista una mayor recaudación, porque a gastos permanentes tiene que haber ingresos permanentes; pero, además, si queremos tener una reforma potente al sistema de pensiones, que realmente le dé dignidad a nuestros adultos mayores y tengamos un Pilar Solidario importante, tiene que ir asociado a una reforma tributaria que lo permita.

-Es complejo, porque lo que frenó la reforma de pensiones en el Senado es que no hubo acuerdo sobre cómo repartir los seis puntos adicionales y eso podría volver a pasar, ¿o no?, partiendo de lo que usted dice sobre defender la capitalización individual.
-Lo que nosotros vamos a defender es el ahorro individual que hoy día tienen los trabajadores a raíz de la capitalización individual, no queremos que los fondos ahorrados por los chilenos pasen a manos del Estado. Respecto a la reforma al sistema de pensiones, esto es una reforma que avanzó, que tiene seis puntos mayor cotización, la pregunta es cuántos irán a un Pilar Solidario o a uno individual. Vamos a tener que sentarnos a conversar, saber de qué manera se puede aportar, quizás, en la propia reforma tributaria. Por eso es súper importante que cuando el próximo gobierno la presente, diga claramente para qué se está recaudando, porque va a ser fundamental avanzar en las reformas, teniendo claro cuál va a ser el eje del gasto de esos recursos permanentes.

-Protegiendo a las Pyme, ¿respaldaría un aumento de impuesto a las grandes empresas?
-Primero tenemos que darle certezas a las grandes empresas, porque parte importante de la economía la mueven las grandes empresas de Chile, con la cantidad de trabajos que entregan. Una vez que logremos darles certezas y tranquilidad de lo que está ocurriendo, lo importante es sentarse a conversar con ellas y yo no tengo duda que los grandes empresarios están dispuestos a meterse la mano al bolsillo y aportar más al desarrollo de nuestro país. Lo importante es que la reforma tributaria sea conversada con los propios gremios y con las Pyme. Creo que con una buena reforma tributaria, conversada con los grandes gremios, medianos y pequeños, se puede lograr algo que vaya en beneficio de Chile.

"No cierro la puerta a volver a la política, pero en un largo tiempo más"

-Algunos pensaban que su paso natural hubiera sido postular al Senado, ¿por qué no lo hizo?
-Porque tengo 34 años, una familia maravillosa, tres niños y me ha tocado estar muy ausente de ellos; por lo tanto, quiero volver a mi casa y a retomar mis temas en el mundo privado, que los dejé botados durante ocho años. Yo fui uno de los promotores del límite a la reelección, lo conseguimos y creo que es importante que quienes estemos en política volvamos a salir al mundo privado. No cierro la puerta a volver a la política en un tiempo más, pero en un largo tiempo más, no en lo inmediato. Es importante que exista una renovación natural del Congreso, que permitamos que los liderazgos territoriales tengan espacio.

-¿Qué hitos destacaría de su gestión como presidente de la Cámara?
-El principal y más importante que la mesa de la Corporación haya sido un actor relevante en el buen funcionamiento de la Convención Constitucional, marcando una diferencia importante con otras instituciones. La Cámara de Diputadas y Diputados facilitó todo lo que estuviera a su alcance para que la Convención pudiera funcionar de buena manera y lo siga haciendo. En lo personal, siendo minoría logré que se retirara una cesura y se ganara otra; lo que fue un espaldarazo a mi gestión y se debió a una construcción silenciosa de una mayoría política transversal que valoraba el trabajo que estábamos haciendo.

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-¿Cuál fue el momento más difícil?

-Sin lugar a dudas la censura. Creo que el intento de censura marca un punto de inflexión en el trabajo que veníamos realizando. Pero también fue duro cuando me tocó salir a interpelar a mi propio gobierno, cuando querían establecer un mecanismo diferente para las declaraciones de inadmisibilidad e inconstitucionalidad de ciertos proyectos.

-¿Fue un episodio complejo?
-Claro, porque tener que enfrentarse a tu gobierno y tener que responderle al Presidente no era lo que hubiese querido hacer nunca, pero finalmente en mi rol de presidente tenemos que defender nuestras instituciones. Y eso le decía a quienes se quedan en la Cámara y a los que llegan, que tienen que tener la frente en alto, porque los que se instalan el 11 de marzo tienen un mandato popular que les dieron las personas, por lo tanto, deben sentir que representan a un sector importante de la sociedad chilena y hacia ellos deben ser las lealtades. Cuando logremos eso y volvamos a sintonizar, la gente va a volver a valorar lo que es la Cámara de Diputadas y Diputados.

-Desde ese punto de vista, ¿qué le parece la propuesta de la Convención que busca eliminar el Senado y reemplazarlo por un Consejo o Asamblea Territorial?
-Si sólo es un cambio de nombre no tiene ninguna relevancia. A mí me toco exponer en la Comisión de Sistema Político y soy un convencido de que el sistema actual tiene que cambiar. El presidencialismo tiene que pasar a un presidencialismo atenuado; pero soy un convencido también de la que bicameralidad ayuda mucho a las buenas políticas públicas, al diálogo; pero las dos cámaras tienen que dejar de cumplir el mismo rol, el Senado tiene que cumplir un rol de cámara revisora con plazos definidos y establecidos. Creo que ayuda mucho a la técnica jurídica y legislativa y propicia mucho el dialogo interno que es clave en las políticas públicas.

-¿Qué ambiente se generó en la Cámara con su presidencia?
-En eso logramos un hito importante: que en tiempos difíciles y turbulentos logramos que los comités parlamentarios consensuaran mucho trabajo interno, en que aprendimos a valorar a nuestro adversario político con sus buenas ideas. Si te fijas, nosotros hemos sido la mesa que, en los últimos dos años, promulgó más mociones parlamentarias a ley que mensajes presidenciales. Le dimos un realce al trabajo parlamentario y a las políticas públicas implementadas desde el Parlamento. En esa lógica marcamos un hito. Miraba las cuentas públicas de los años anteriores y siempre era un 80% mensajes presidenciales versus un 20% de mociones parlamentarias; acá terminó siendo casi un 60% de mociones versus un 40% de mensajes.

-¿Tiene la aspiración de llagar a La Moneda alguna vez?
-Mi única aspiración en el corto plazo es que volvamos a ser una coalición política competitiva, con opciones de volver a ser gobierno. Y, en ese momento, una vez que volvamos a tener la madurez necesaria y suficiente para enfrentar ese desafío, vamos a estar disponible para ayudar a quien quiera ser candidato y hay que estar preparado para colaborar en cualquiera sea el ámbito.

-¿Lo decepciona que el presidente Piñera no haya dejado sucesor en ninguno de sus dos mandatos?
-No es que me decepcione, finalmente el presidente Piñera tiene un liderazgo tan fuerte dentro de la coalición que muchas veces tiende a opacar a algunos otros liderazgos. Me quedo con la sensación de que se han formado liderazgos y, quizás, en lo político-electoral no logramos traspasar eso a un candidato presidencial competitivo o a un presidente que lo sucediera. Pero esto no sólo le ha pasado al presidente Piñera, ha pasado en los últimos cuatro gobiernos.

-¿A qué lo atribuye?
-Creo que no dice relación con un fenómeno del gobierno, sino más bien creo que apunta también a un fenómeno ciudadano respecto de los cambios que se han ido construyendo.

 

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