Atacama, Maule, Biobío y Los Lagos fueron las zonas que experimentaron el mayor avance de la actividad económica a nivel regional en 2011, de acuerdo a las cifras publicadas ayer por el Banco Central. Las cuatro zonas anotaron una expansión mayor a dos dígitos durante el ejercicio anterior.
En el caso del Maule y Biobío el buen desempeño se explica por la normalización de las actividades que sufrieron los efectos negativos del terremoto de febrero de 2010, por ejemplo en la industria manufacturera.
En tanto, la actividad de la Región de Atacama creció impulsada por la Construcción, mientras que Los Lagos se vio reforzada por las actividades pesquera e industrial.
En la vereda opuesta se ubicaron las regiones de Tarapacá y Antofagasta, que cayeron en 5,2% y 6,4%, respectivamente en 2011. Mientras que Magallanes fue la región que registró el dinamismo más bajo con un 1,6%.
En tanto, la región Metropolitana anotó una variación positiva de 6,6%.
Contribución al PIB nacional
Pero además, las cifras entregadas por el ente rector muestran la contribución al PIB de cada una de las regiones y se observa una realidad muy dispar entre la zona centro-sur y las zonas extremas.
Mientras la región Metropolitana contribuyó en un 2,9% al resultado de 6,0% que anotó el PIB nacional en 2011, Biobío (1,0%) y Valparaiso (0,5%) fueron las otras zonas que mostraron un buen resultado.
Una situación totalmente dispar se observa en las regiones extremas. En el norte grande, Arica y Parinacota muestra una contribución de 0% al PIB, mientras que Tarapacá y Antofagasta dan cuenta de caídas de 0,2% y 0,7%. En las tres regiones el resultado es el peor de los últimos tres años.
En tanto, en el extremo sur, tanto Magallanes como Aysén reflejan una contribución de 0%, respecto de igual período del año anterior, resultado que se repite por tres años consecutivos en la zona austral.
A raíz de este fenómeno es que en el Congreso se constituyó hace un tiempo una comisión de zonas extremas que busca soluciones para los principales problemas que viven actualmente esas regiones. En ese sentido, el proyecto que amplía los beneficios para las zonas extremas quedó en condiciones de ser analizado por la sala de la Cámara de Diputados durante esta semana, lo que se suma a medidas focalizadas como la zona franca en Aysén.
Pese a este panorama, a juicio de la economista de Libertad y Desarrollo (LyD), Natalie Kramm, la situación de la región de Arica y Parinacota era esperable por las últimas cifras económicas. “Lo que vimos en los informes del INE en el Índice de Actividad Regional vimos que era casi la única región que estaba contribuyendo de manera negativa, por tanto esto era esperable”, afirma.
Eso sí, la experta de LyD reflexiona que “casi todo está en Santiago, por lo tanto siempre (la tasa de crecimiento) va a ser mucho más alta que en otras regiones donde la fuerza de trabajo es menor”.