El gobierno alemán ha creado la última crisis europea

Considerado el gurú de la City londinense y potencial comprador del Manchester United, el banquero dice que es muy fácil criticar ahora a España. Hace tres años nadie lo hacía".

Por: | Publicado: Martes 25 de enero de 2011 a las 05:00 hrs.
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Roberto Casado

Expansión

Tres cosas llaman la atención en el despacho de Jim ONeill, uno de los principales ejecutivos de Goldman Sachs en el mundo. La primera es la espectacular vista de la catedral de St. Pauls, símbolo de la City, la zona de Londres donde se ubican cientos de firmas financieras. La segunda es la presencia en su mesa de cuatro pequeños mástiles con las banderas de Brasil, Rusia, India y China.Y la tercera es la acumulación de fotografías en las paredes, muchas de ellas relacionadas con el Manchester United. Esas imágenes simbolizan las tres claves en la vida de ONeill: Londres como centro financiero internacional; los países Bric como motor de la economía global; y el Manchester como la pasión del ejecutivo fuera de su trabajo. ONeill, de 53 años de edad, entra en calor en la entrevista hablando de fútbol. El año pasado, el directivo pidió varias semanas de vacaciones en Goldman para intentar comprar el Manchester United junto a otros inversores. Su oferta fue rechazada, pero ONeill cree que los dueños del club podrían cambiar de opinión. Si llega a presidir el Manchester, advierte que Jose Mourinho (entrenador del Real Madrid) sería su favorito para sustituir a Alex Ferguson al frente del equipo inglés. En caso de adquirir el Manchester, la fama de ONeill saltaría más allá del sector financiero, donde ya es uno de los ejecutivos más reputados. La revista Business Week lo calificó como una estrella del rock de la banca y Financial Times le dedicó en 2010 un reportaje de cinco páginas.

Sigla pegajosa

El prestigio de ONeill, que durante 15 años fue el economista jefe de Goldman Sachs, está basado en una invención: la de la sigla Bric (Brasil Rusia, India y China) para definir a los países emergentes con más posibilidades de crecimiento económico. Han pasado nueve años desde que inventé la idea de los Bric. La mayoría de las cosas que pensé entonces sobre esos cuatro países se han cumplido, dice ONeill. Su falta de modestia parece justificada: muchos analistas creen que el acierto de ONeill al proponer la diversificación de las inversiones del mundo desarrollado hacia los países emergentes ayudó a que Goldman Sachs no sufriera tanto en la crisis financiera iniciada en EE.UU. en 2007. Lloyd Blankfein, presidente de Goldman, premió a ONeill en septiembre de 2010 con su nombramiento como presidente de Goldman Sachs Asset Management (GSAM), que es la gestora de activos del banco estadounidense. Fui nombrado por Lloyd para sacar lo mejor de mí mismo. Es un cargo nuevo en la compañía, al que llego con una mente abierta. Tras 15 años liderando el equipo de economistas, pensé que era una buena oportunidad para hacer algo diferente y afrontar un nuevo reto. De dedicarse a adivinar el futuro de la economía global, ONeill pasó a liderar un equipo de 1.700 personas que gestiona activos de clientes de Goldman por un valor de US$ 700.000 millones. El cambio de responsabilidades no afectó el estilo directo y claro de ONeill, que con su marcado acento del norte de Inglaterra desgrana sus convicciones sobre la situación económica. Muchas veces va contra corriente del mercado. Por ejemplo, en el asunto que más preocupa a los inversionistas, que es el futuro de la eurozona. Mientras muchos critican a los países del sur del continente por su exceso de deuda como causantes de la crisis, ONeill señala con su dedo a Berlín. Las recientes turbulencias en los mercados han sido creadas por el gobierno alemán, cuando dijo que los inversionistas deberán sufrir el peso de las posibles reestructuraciones de deuda en los países europeos, afirma el ejecutivo. Ese temor ha creado una desconfianza ante la deuda pública que ONeill considera exagerada. Más que una crisis de deuda, en Europa hay una crisis sobre la confianza en la estabilidad del sistema de gobierno de la Unión Europea, indica el ejecutivo. ONeill ha llegado a sugerir que los bonos de países como España ofrecen una atractiva rentabilidad. Ahora, es muy fácil criticar a España, decir que el país vivió por encima de sus posibilidades y que se comportó como un niño travieso. Pero, hace sólo tres años, la posición fiscal de España parecía bastante sólida. ONeill recuerda que Italia lleva 30 años viviendo con una gran deuda pública. Pese a la tensión en los mercados, ONeill afirma que la situación en Europa es aburrida, por su estancamiento frente a lo que pasa en otras zonas del globo. Toda Europa debería aprovechar la crisis para hacer grandes reformas estructurales. La eurozona requiere más integración política y fiscal. Se trata de una agenda con pocos visos de implementación a corto plazo, admite ONeill, por los bandazos del gobierno alemán en sus propuestas para la Unión Europea. Pero otras potencias económicas tampoco se libran de su látigo dialéctico: Acusar a China de los problemas económicos en Estados Unidos (por el bajo costo de las importaciones de ese país asiático) es un pasatiempo en Washington. Pero es ridículo. La realidad es que la moneda china se ha revalorizado 20% en los últimos años y muchas compañías americanas se están beneficiando de un aumento del consumo doméstico en China. Hacer que Goldman también crezca en Asia es el reto de ONeill. Casi la mitad de mis primeros meses en GSAM los he pasado en Asia, dice. Pero se niega a mover su oficina fuera de la City: Londres es diferente del resto de Europa. Es un gran centro financiero con dos ventajas: la zona horaria donde se sitúa (entre América y Asia) y el idioma inglés. Realmente, Londres es la capital de los Bric.

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