Una Falabella con una cara más amable y menos friccionada. Esa es la consigna con la que al menos parte de sus accionistas están abordando el cambio en el gobierno corporativo que se avecina en la compañía en abril próximo. Con utilidades que a septiembre llegaron a $ 717.173 millones -el equivalente a unos US$ 770 millones de hoy- y habiendo ya recuperado su grado de inversión en su clasificación de riesgo perdido en 2023, los vientos son otros y algunos accionistas de referencia de Falabella buscan dejar atrás todo el período de aprietos que vivió el retailer. Y empezaron a tirar líneas.
Varias personas informadas de la interna de Falabella señalan que una de las alternativas que se está considerando para sumar al directorio es a Fernando de Peña, el actual CEO de Mallplaza, pero quien por decisión propia optó hace ya meses por dar un paso al costado de aquella alta posición ejecutiva, después de 35 años en esta compañía gestora de malls, y saldrá de esa posición en enero próximo.
Y si bien en el diseño de De Peña la idea era dedicarse a sus proyectos laborales personales -con su familia tiene una viña en Puertecillo y lidera la empresa Anepco, de publicidad caminera-, varias fuentes consultadas por DF MAS reconocen que De Peña es una de las cartas que accionistas de Falabella han sondeado para que sea nominado al directorio y luego logre el quorum para asumir la presidencia de Falabella, post junta de abril.
¿La paternidad de esta idea? Varios testigos indican que distintas ramas ya han conversado con el hombre fuerte de Mallplaza para sondear la posibilidad. Tanto, que incluso así ya lo mencionan a nivel de la plana ejecutiva como una probabilidad no menor de que se verifique esta llegada de De Peña. Con todo, remarcan varias fuentes, se trata de una alternativa, uno de los nombres arriba de la mesa, pues hay ramas que de todas formas están buscando trabajar una terna o incluso cuatro alternativas previo a la junta, de modo de tener opciones para poder elegir, incluso de perfil más internacional.
Cinco votos y el fiel
de la balanza
¿Qué posibilidades tendría De Peña de ser el presidente una vez elegido para al directorio? Posiblemente altas, dicen fuentes. Las cuentas son las siguientes. Las ramas que integran los Solari Donaggio, el Grupo Auguri (Cecilia Karlezi) y Corso (Cortés Solari) suman como bloque poco más del 35% del accionariado de Falabella, por lo que tendrían garantizado cuatro cupos del directorio. Así, si se descuentan los nombres que cada uno designaría -hoy los integrantes del directorio de cada uno de estos grupos son Carlo Solari, Cecilia Karlezi y Juan Carlos Cortés Solari-, les queda un cuarto cupo que llenar, que es el que actualmente ocupa el brasilero Germán Quiroga, un independiente que fue apoyado en la pasada elección, especialmente por Carlo Solari. En ese cupo podrían nominar ahora a De Peña.
Ahora bien, como en el directorio de Falabella son nueve los integrantes, necesitarían el apoyo de otro director y lograr que al menos uno de los restantes -un quinto- diera el voto a favor para que De Peña se convirtiera en el presidente de la mesa. En ese cuadro, el fiel de balanza y un voto crucial podría ser el de Tomás Müller Benoit, quien se da casi por seguro que será la carta al directorio que presenten los nuevos accionistas que este año se han sumado a Falabella: la rama de su padre, Tomás Müller Sproat, y la de Paul Fürst, ambos accionistas históricos de Mallplaza.
Ambas ramas en conjunto ya contarían con el porcentaje suficiente para lograr un director en Falabella. Los primeros ya no informan sus compras en Falabella -no tienen obligacion legal de hacerlo-, pero la última vez que lo hicieron habían llegado al 5,5%, y han seguido comprando (sin llegar al 10%). Y la rama Fürst ostenta el 3,01% de Falabella, tras una última compra hecha a fines de septiembre. Ergo, están prácticamente asegurados de alcanzar un director.
Personas entendidas enfatizan que ni Müller ni Fürst están alineados con ninguna rama en Falabella, pues tal como han manejado los negocios propios, lo que buscarán es escoger al mejor candidato para el cargo, de manera totalmente profesional e independiente. En ese marco, considerar una terna previa a la junta, dicen fuentes, es el camino idóneo que barajan y sin casarse de antemano con el voto de presidente.
Dicho eso, especifican estas fuentes, sin duda que Fernando de Peña es un candidato que a los Müller no sólo les hace sentido, sino además lo consideran un nombre más que adecuado. Lo conocen desde los orígenes de Mallplaza hace 35 años y, además de sus sobradas capacidades profesionales, ven que el saliente CEO de Mallplaza es cercano a casi todos los expacto de accionistas de Falabella, lo que es un plus en las actuales circunstancias de la firma.
“Fernando es bien cercano a todos ellos, se ha ganado un tremendo espacio en el grupo Falabella y eso se nota hasta en cómo los gerentes se refieren a él. Es como un primus inter pares. No es cualquier gerente. Es el con más experiencia de todos y es muy respetado por los ejecutivos de Falabella. Y ha trabajado codo a codo con Juan Cúneo y Reinaldo Solari en su momento; con el presidente de Mallplaza, Sergio Cardone; es muy cercano a Carolina Del Río. Si llega a ser director, es un tremendo nombre, una persona muy respetada, y muy querida. No me extrañaría que si llega al directorio lograra ocho o los nueve votos para ser presidente”, dice un entendido.
Otro cercano agrega que un atributo adicional es que De Peña ha dado muestras de sobra en Mallplaza de haber sido muy independiente, no manipulable, y haber sabido manejarse en las complejas aguas frente a los “próceres” de Falabella. Ha sabido combinar la mirada de mediano plazo con la de largo, comenta un conocedor. Y hay un precedente además. Cuando Gaston Bottazzini dejó su cargo de CEO de Falabella en medio de la crisis, en 2023, uno de los nombres que se barajó para el puesto fue De Peña, lo que no fructificó porque era vestir un santo desvistiendo otro.
¿Existe posibilidad de que Müller Benoit fuese la carta a apoyar para la presidencia de Falabella? Testigos indican que eso no está en el horizonte, porque es un cargo que está lejos del ADN, del interés y del estilo de Tomas Müller, un profesional muy ocupado, con otras obligaciones laborales y, sobre todo, con un extremo bajo perfil, hecho que lo hace incompatible con las funciones de un presidente de una compañía como Falabella.
¿Ostalé? ¿Moreno?
Incluso cercanos a accionistas del bloque que estuvo por darle los votos a Enrique Ostalé en la presidencia en la pasada elección -y no a Carlo Solari- reconocen que De Peña sería “extraordinario, un lujo”, dicen desde esta vereda. Y además conceden que las posibilidades de la continuidad de Ostalé, que en la pasada elección llegó en el cupo que ocupaba Carlos Heller Solari, no parecen muy altas.
Pese a que se reconoce el buen trabajo de Ostalé de haber tomado un sartén caliente y que bajo su presidencia los resultados de Falabella se dieron vuelta, los Heller Solari hoy no cuentan con los votos por sí mismos para sostener su votación, dado que tras las ventas hechas hoy ostentan el 5% de la propiedad de Falabella. Además también están en un proceso de división entre ambos los hermanos, Andrea y Carlos Heller.
Y, por otro lado, indican estos testigos, Ostalé es parte del momento friccionado, tiene el “pecado de origen” -no imputable a él por supuesto, remarcan fuentes- de haber salido en medio de la división que vivieron las ramas que formaron parte del pacto de accionistas ya extinto. “A Enrique Ostalé hay un sector que nunca lo aceptó. Fue votado cinco-cuatro, y Fernando de Peña, en cambio, puede ser un candidato de unidad y consenso. Sería extraordinario para Falabella, pero las conversaciones a este nivel no se han dado. Debiera empezar a conversarse en diciembre y enero y llegar con algo de unidad y consenso. Eso es lo que hay en el ambiente”, dicen desde esta vereda.
Otra carta que se ha mencionado es la de Alfredo Moreno, un hombre venido del grupo Del Río Goudie, pero -dicen testigos- con la división de Dersa concretada a fines de septiembre, ni siquiera está claro que Moreno pueda salir elegido en el directorio, pues ahora cada hermano del Río Goudie, que en total suman el 14% de Falabella, definirá el destino de sus votos y probablemente querrán estar algunos de ellos mismos representados con el porcentaje que les alcance.
E incluso, aunque lograran nominar a Moreno, personas entendidas indican que su perfil no calza con el de presidente de Falabella por la exposición más política que ha desplegado Moreno en su trayectoria profesional, como exministro de Estado. “No le hace bien a la compañía una persona muy vinculada a la política”, dicen en el entorno de Falabella.
Con todo, con cinco meses que aún restan para la junta ordinaria de Falabella, hay consultados que ponen la pelota al piso. De partida y ante estas aproximaciones, el mismo Fernando de Peña ha respondido en privado que él se retira el 31 de diciembre de Mallplaza y qué solo después verá las opciones sobre la mesa. Y, por otro lado, “esto es como las elecciones presidenciales: la votación tiene que primero ocurrir. Esperemos que llegue abril”, dicen en el entorno del grupo.
¿Y el director independiente?
En este cuadro, una de las dudas es qué ocurrirá con el director independiente. Esto porque la normativa de la CMF es clara en que las sociedades anónimas abiertas tienen la obligación de designar a un director independiente, en caso de que tengan un patrimonio bursátil igual o superior al equivalente a 1.500.000 UF y al menos 12,5% de sus acciones emitidas con derecho a voto estén en poder de accionistas que individualmente posean menos del 10% de las acciones.
Lo relevante es que esta normativa -para la que Falabella califica- especifica que no serán considerados independientes por la CMF quienes, por ejemplo, dentro de los últimos 18 meses hayan estado en las siguientes circunstancias: mantuvieren cualquier vinculación, interés o dependencia económica, profesional con la sociedad o las demás sociedades del grupo del que ella forma parte, su controlador, ni con los ejecutivos principales de cualquiera de ellos, o que hayan sido directores, gerentes, administradores, ejecutivos principales o asesores de éstas. Tampoco que mantuvieren una relación de parentesco hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad, con las personas indicadas previamente.
El problema surge porque en el cuadro descrito, sólo queda en el actual panorama Andrés Roccatagliata como director independiente, de acuerdo con aquella definición normativa. Roccatagliata fue escogido en el pasado por las AFPs, pero al menos hoy estas administradoras no alcanzarían a nominarlo por sí solas, porque han ido vendiendo papeles y se calcula que hoy tienen el 7% de Falabella. ¿Qué hacer? Entendidos indican que el independiente debiera salir con votos de minoritarios que apoyen a las AFPs o de accionistas del expacto que tengan menos porcentaje y que no alcancen a nominar a un director por sí mismos.