El mercado bursátil de Colombia mantiene el dinamismo este año

Según la bolsa, la emisión de bonos creció 10% año sobre año entre enero y octubre y las aperturas a bolsa alcanzaron 1,8 billón de pesos colombianos.

Por: | Publicado: Jueves 8 de noviembre de 2012 a las 05:00 hrs.
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Las emisiones primarias de bonos corporativos y acciones siguieron en auge en Colombia en los primeros diez meses del año, ya que los emisores mantuvieron su acceso al mercado local de capitales con el fin de obtener financiamiento para capital circulante, inversiones, y fusiones y adquisiciones. Según la Bolsa de Valores de Colombia (BVC), la emisión de bonos creció 10% año sobre año en el período enero-octubre, a 8,3 billones (millones de millones) de pesos colombianos (US$ 4.600 millones), mientras las aperturas a bolsa (OPI) alcanzaron 1,8 billón de pesos (debajo del récord de 8,4 billones de pesos alcanzado en 2011, pero muy por encima del promedio de 450.000 millones de pesos anuales de 2009-2010). La capitalización del mercado bursátil también ha seguido aumentando, y alcanzó los US$ 260.000 millones (70% del Producto Inerto Bruto) en octubre, lo que destaca el fuerte interés nacional y extranjero en el sector financiero de Colombia. Dicho esto, y aunque el sistema sigue básicamente sólido, ha habido algo de volatilidad este año, lo que recientemente se vio en la crisis de liquidez de Interbolsa, la segunda mayor corredora bursátil de Colombia.

Atraídos por el diferencial entre las tasas de interés internas y extranjeras, a pesar del suave alivio monetario a mediados de 2012, además del incentivo que provee un peso en apreciación, los inversionistas locales e internacionales han mantenido la demanda de papeles de renta fija en 2012. Según la BVC, la demanda de emisión primaria de bonos ha superado a la oferta 2,17 veces en los primeros diez meses de 2012, en comparación con un ratio de 1,8 en todo 2011. Los inversionistas han estado dispuestos a comprar bonos con vencimientos de siete a diez años, lo que es un cambio significativo frente a los tres a cinco años vistos a mediados de la década de 2000. Ha habido menos transacciones de bonos primarios acordados a tasas fijas, y un creciente número de operaciones está ligado al índice de precios al consumidor, ya que los inversionistas quieren protegerse de la inflación.

Aunque las instituciones financieras representaron más del 80% de la emisión de bonos primarios entre enero y octubre, una compañía manufacturera, Cementos Argos (la principal cementera de Colombia) ha sido por lejos el mayor emisor local tras colocar 1 billón de pesos para extender obligaciones existentes. La emisión fue colocada en varios tramos, con tipos de seis meses a quince años. El mayor bono de una entidad financiera fue emitido por Davivienda (900.000 millones de pesos), que se destinó en parte a financiar su operación de compra de US$ 800 millones de las operaciones en América Central del banco británico HSBC este año. El mercado espera la emisión adicional de bonos primarios de entre 500.000 millones y 1,5 billón de pesos antes de fin de año. Esto llevaría la cifra total por encima de los 8,8 billones de pesos alcanzados en 2011, aunque debajo del máximo histórico de 13,6 billones de pesos anuales en 2009-2010. Sin embargo, la emisión primaria de Títulos de Tesorería (TES, bonos gubernamentales) continuará haciendo parecer pequeña la emisión de bonos corporativos: se espera que los bonos públicos lleguen a cerca de 28 billones de pesos este año.



Mercado de OPI gana terreno


Hasta ahora, los temores de los propietarios a revelar información o perder el control de sus empresas han limitado la actividad de las OPI en Colombia. Por ejemplo, no hubo actividad en 2008. Sin embargo, en los últimos dos años ha habido un creciente interés, principalmente de grandes compañías como Ecopetrol, la petrolera estatal, que emitió 2,3 billones de pesos en acciones, y los 3,5 billones de pesos recaudados por el Grupo de Inversiones Suramericana (Grupo Sura, la mayor aseguradora en Colombia) a fines de 2011, para financiar su compra del negocio de seguros de ING Group, de Holanda. Bancolombia (el mayor banco del país en términos de activos) ha sido hasta ahora el mayor emisor de acciones en 2012, tras una OPI por 1,1 billón de pesos en enero para financiar sus necesidades de liquidez.

Los bancos probablemente seguirán siendo los principales emisores de acciones en el corto a mediano plazo, especialmente porque siguen ejecutando ambiciosos planes de integración regional, aunque hay señales de que el mercado de OPI se diversifica gradualmente. Actualmente hay fuertes expectativas de que tanto Cementos Argos como la unidad latinoamericana de negocios de Cementos de México (Cemex) tengan importantes ventas de acciones en la bolsa colombiana en los próximos meses. Asimismo, aunque la OPI de 196.000 millones de pesos de Carvajal Empaques (la principal empaquetadora en Colombia) en mayo de este año fue relativamente pequeña en términos de volúmenes, fue muy importante, ya que indicó una gradual apertura a los inversionistas de firmas como el Grupo Carvajal (un gran conglomerado en la industria de papel e imprenta), que durante largo tiempo ha pertenecido a una familia.



Panorama positivo


La actual tendencia de mercado y el perfil macroeconómico de Colombia son un buen augurio para el sector financiero del país en el futuro, pero algunos riesgos aún subsisten, especialmente cuando algunas empresas intentan agresivamente explotar el mercado. Este fue el caso de Interbolsa, que sufrió problemas de liquidez relacionados a acuerdos de recompra. Aunque la firma tiene una sólida base de capital, con un ratio de capitalización en exceso de 25%, los rumores en las redes sociales de que Interbolsa no logró cumplir un pago menor (20.000 millones de pesos) llevaron a que la acción de la corredora se derrumbara un 30% a comienzos de noviembre. A su vez, esto obligó a la Superintendencia Financiera a intervenir temporalmente la corredora el 2 de noviembre. Aunque la crisis de Interbolsa parece ser un caso aislado, y la fuerte supervisión institucional de Colombia hace altamente improbable que haya una crisis sistémica, el hecho ha servido como recordatorio de que el ánimo del mercado sigue siendo volátil, especialmente en momentos en que el crecimiento económico se ha desacelerado y se debilita la confianza de los consumidores.

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