El rugir de los autos eléctricos ya está en Santiago

Varias marcas están comenzando a explotar este segmento en el que ya se ha evidenciado interés. Por el alto costo, todavía se clama por ayuda estatal para incentivar su uso.

Por: | Publicado: Sábado 25 de junio de 2011 a las 05:00 hrs.
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MARCELA CORVALáN Y CRISTIáN RIVAS


Lo primero que llama poderosamente la atención de quienes manejan un auto eléctrico por primera vez es el bajo nivel de ruido. Tanto, que tras dar la partida uno busca una señal que indique que el vehículo está encendido. A esa cualidad se suman varias otras. Como que no contaminan el medioambiente y, pese a que su costo inicial todavía es alto, la carga de electricidad para su funcionamiento es mucho más barata que si llenáramos el estanque con bencina. Casi cuatro veces más económico.

Los autos eléctricos están por fin llegando a Chile. La primera marca en aterrizar comercialmente con estos modelos fue la japonesa Mitsubishi, que ha vendido cinco unidades de su iMier en la Región Metropolitana sólo en el primer mes de oferta. Cuentan que la llegada ha sido todo un éxito y ya están en conversaciones con distintas instituciones que estarían interesadas en comprar vehículos para sus operaciones. Una de las que ha sonado públicamente es la municipalidad de Providencia, que hace poco inició un proceso de licitación para adquirir 20 vehículos eléctricos para su flota de inspección de obras, áreas verdes y aseo.

Por eso, en Mitsubishi ya están pensando ampliar su oferta de vehículos y sumar al iMier (city car) el segmento de las SUV.

Varias otras firmas también están trabajando fuerte. Como Nissan, que anunció la llegada del Leaf para el próximo año. O la china BYD -que a nivel local trabaja en alianza con Indumotora- cuyos ejecutivos estuvieron hace poco en el país promocionando tanto sus hatchback como sus autobuses eléctricos, para lo cual se reunieron con varias empresas locales, como Alsacia, operadora del Transantiago, y autoridades de los ministerios de Transporte y Medio Ambiente. El gerente general de Alsacia, Vlamir Domic, cuenta que están dispuestos a iniciar un proyecto piloto para evaluar la factibilidad de operar con buses a electricidad, aunque ello dependerá de los permisos que deben recibir del Ministerio de Transportes, porque se trata de buses distintos a lo especificado en los contratos ya adjudicados.

Incluso, BYD es socio en China de una firma de taxis cuyo modelo le interesa replicar en Chile y otros mercados.



Las electrolineras


Entre los impulsores de estos vehículos en Chile está también el grupo Enersis, que a través de Chilectra está desplegando todo un operativo que busca masificar la idea de usar la electricidad también para mover autos. Incluso adquirieron un iMier con el que promocionan el uso de estos vehículos entre sus clientes.

Como se supone que estos autos aterrizarán de un modo u otro en el país, Chilectra comenzó a trabajar en un plan para instalar puntos de carga, también conocidos como electrolineras. Hace poco ubicaron un punto en una estación de servicio Petrobras en Las Condes y quieren seguir haciendo lo mismo en otros lugares de Santiago, contando edificios de oficinas y distintos lugares públicos. Una carga rápida de 15 minutos -con mayor voltaje que en el enchufe de la casa- tendría un costo aproximado de $ 3.000 y la batería quedaría a una capacidad del 80%.

El gerente de innovación de la firma, Jean Paul Zalaquett, al hablar de las bondades del vehículo que adquirieron como muestra dice que con una carga de $ 8.000 se puede recorrer lo que anda un auto tradicional con estanque lleno y con una autonomía de más de 100 kilómetros. Más al detalle, recorrer un kilómetro en un auto eléctrico cuesta unos $ 10 y hacerlo con uno convencional implica $ 40.

Proyectando el crecimiento de este segmento hacia el futuro, sostiene que si al parque automotriz de Santiago entraran unos 200 mil vehículos de esta naturaleza, el incremento en consumo de electricidad apenas crecería un 3,5%, incluso menos de lo que crece la demanda total de un año para otro, advierte.



El apoyo estatal


Para que todo esto funcione en la práctica casi todos los involucrados advierten que se requiere apoyo estatal, porque el costo inicial de los vehículos todavía es muy alto. El iMiev por ejemplo cuesta nada menos que $ 30 millones (más de US$ 60.000). Pero los beneficios ambientales justificarían los subsidios, dicen, como se hace en Estados Unidos o Europa, donde a través de diversos mecanismos, el estado se pone con unos US$ 7.500.

“El precio es un tema sensible y obviamente es un obstáculo a la promoción de los vehículos eléctricos, y en China disfrutamos de subsidios bastante altos. En Chile también esperamos que el gobierno pueda proporcionar algunos subsidios para apoyar esta iniciativa”, sostuvo, Henry Li, director de operaciones internacionales de BYD Auto, uno de los ejecutivos que estuvo en Chile. Esto es aún más necesario en el tema de los buses.

Al consultar sobre lo que se está analizando en el gobierno. En el ministerio de Medio Ambiente, la ministra María Ignacia Benitez sostuvo que junto con Hacienda están trabajando en una batería de incentivos, tanto para vehículos eléctricos, híbridos o de baja emisión. “Esta consta de un conjunto de medidas que podría ser múltiples: una posibilidad es el descuento del IVA en el caso de que las pequeñas y medianas empresas decidan utilizar estos vehículos. Otra alternativa es que los autos de estas características puedan tener una reducción en el pago del permiso de circulación durante un tiempo”, sostuvo.

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