La Universidad del Mar seguirá funcionando, al menos por un año más, según decidió ayer la junta de acreedores de la casa de estudios, para asegurar la titulación de los alumnos y para que la entidad pueda cobrar los pagarés.
También se ratificó a Cristián Herrera como síndico.
La quiebra de la universidad tiene un pasivo de $15.482 millones y los acreedores más importantes serían el BCI con $ 4.750 millones, Tesorería General de la República con
$ 2.024 millones y los trabajadores con $4.000 millones.
El BCI y los trabajadores representados por el abogado Rodrigo Albornoz, pidieron al síndico que se haga un examen exhaustivo de las verificaciones de crédito que entablen familiares y sociedades relacionadas a los controladores y/o ejecutivos de la universidad, y asimismo que se analicen los movimientos patrimoniales que se hayan efectuado dos años antes de la quiebra, para comprobar posibles situaciones de fraude.