Una reducción del financiamiento de los bancos hacia los proyectos de las constructoras, que en promedio ha descendido desde 80% hasta un 50% en algunos casos, es una de las señales que anticipa que los mayores riesgos en la industria están por venir, a juicio.
Para el vicepresidente de la aseguradora CiesceChile, Luís Antonio Ibáñez, luego de que el Banco Central sugiriera cierto riesgo en el sector inmobiliario, los bancos incluso se están inclinando por aquellos proyectos donde los dueños están invirtiendo de manera directa.
Desde la firma de matriz española explican que los índices de rentabilidad y liquidez con que trabajan las constructoras funcionan “muy al límite” y se manejan con márgenes tan bajos que cualquier cambio en la tendencia, como una disminución de los proyectos, les impacta muy fuerte.
De ahí que, según su análisis, “la verdadera baja en el sector inmobiliario está por venir y está empezando un efecto que con el correr del tiempo se va a profundizar”. “Una de las primeras señales es cuando el sector financiero comienza a restringir el acceso a crédito por industrias, que también llega directamente a sus proveedores. Es un efecto en cadena, típico del calentamiento”, explica Ibáñez.
De acuerdo al ejecutivo, de aquí a tres meses “veremos una crisis de las constructoras debido a que los permisos de edificación con respecto a 2012 han caído un 40%, lo que claramente entrega indicios de que algo se viene”. Eso si, advierte que el sistema financiero local “está suficientemente preparado”.