La Contraloría General de la República finalmente respondió al requerimiento presentado por la Corfo tras la sorpresiva renuncia de Rafael Guilisasti a la Corporación para incorporarse como nuevo presidente de SQM, justo en medio del arbitraje por el Salar de Atacama.
En un documento de cinco páginas, el organismo dijo que a la luza de los antecedentes "no ha podido formarse la conviccion cierta" de que mientras estuvo en Corfo, Guilisasti haya transgredido la probidad administrativa.
Para la Contraloría era insuficiente la presunción "de que mientras el denunciado era consejero inició negociaciones para asumir las funciones privadas que hoy ostenta".
Sin embargo, sostuvo que "ello resultó al menos poco prudente, ya que es evidente que genera una razonable duda ética el pasar a integrar el directorio (y presidirlo) de tres empresas estrechamente vinculadas con otras que mantienen un importante conflicto judicial con la institución pública cuyo consejo integró".