Más lento de lo que se esperaba en un comienzo, han ido avanzando los procesos necesarios para concretar la esperada fusión entre Itaú Chile y Corpbanca. Esto, a pesar de que ya han pasado ocho meses desde el anuncio de la operación financiera más importante que se esté llevando a cabo en la región.
Y la razón de esto se encuentra en Nueva York. Esto porque la demanda entablada por Cartica contra los controladores de las entidades en cuestión, directores y ejecutivos del banco de Saieh ha sido una piedra en el zapato para algunos procesos de la fusión.
No obstante, este mes se espera que la Corte del Distrito Sur de Nueva York dé a conocer su decisión. Así el tribunal americano deberá indicar si acoge los motion to dismiss (moción para desestimar la demanda) presentada por la defensas de los bancos o continúa el juicio iniciado por el fondo de inversión.
Si bien Cartica, minoritario de CorpBanca con 3,2% del banco, solicitó a la Corte que se suspenda el cierre de la transacción mientras no se corrijan las infracciones que reclaman; fuentes cercanas a la operación indican que tras la decisión se agilizarían los procesos relacionados a la fusión.
Algo que se acentuaría si el Tribunal acoge las mociones solicitadas; porque entregaría mayor tranquilidad a los controladores de los bancos respectivos, los inversionistas y reguladores.
En tanto, si bien convocar a la junta de accionistas es un proceso paralelo al regulatorio y el legal, este proceso sería un paso previo a que se genere la autorización del regulador local.
Esta cita sería convocada en los próximos meses y se realizaría en el último cuarto del año.
Fuentes comentan que el regulador se pronunciaría después de que los inversionistas de los bancos emitieran su opinión sobre la operación.
En tanto, el IFC -accionista minoritario de CorpBanca que ingresó mediante un pacto de accionistas con CorpGroup- está a la espera el informe de Lazard. Este análisis fue solicitado para “valorar el alcance de los potenciales beneficios para CorpGroup, sus accionistas y/o sus afiliados”, y “complementar las opiniones emitidas por otras entidades, las cuales no cubrieron estos aspectos de la potencial transacción”.
La opinión del IFC es la llave de la operación, sólo de ser aprobada por esta entidad se puede llevar a cabo, ya que tiene poder de veto.
Comité de integración
Finalizado el análisis de McKinsey y Accenture, el comité de integración estaría concentrado en el análisis de los equipos para conformar la estructura del banco post fusión. Fuentes cercanas a la operación indican que el proceso de acople de ambas entidades va avanzando pero que aún no se termina el trabajo. Es más, en estos momentos estarían desarrollando el proceso de entrevistas a diferentes ejecutivos.
No obstante, conocedores del proceso explican que la desvinculación de las personas será realizada de forma gradual.