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La obsesión de Carlos Heller con la U

En siete meses le ha prestado más de US$ 6 millones a Azul Azul. Hay plata. Cada año, el clan Heller Solari recibe más de US$ 24 millones en dividendos, sólo por su participación en Falabella.

Por: José Troncoso O. | Publicado: Viernes 22 de julio de 2016 a las 04:00 hrs.
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Carlos Heller Solari quiere volver a bailar con la bonita luego de una desastrosa campaña de la U. de Chile en 2015. Para lograrlo el presidente de Azul Azul nuevamente se metió la mano al bolsillo y salió en rescate del equipo de sus amores. ¿Y los hinchas? ahora todos felices y contentos.

Esta semana, el empresario prestó unos US$ 2,8 millones para terminar de conformar un plantel que algunos especialistas han catalogado como “Dream Team”, mientras que Daniel Schapira, otro de los accionistas, entregó otros US$ 600 mil. Los recursos sirvieron para asegurar la llegada de Jean Beausejour, a cambio de US$ 2,5 millones, y satisfacer otras peticiones del DT.

“Con este ‘Ferrari’ no habrá excusas”, dijo el ex azul Mauricio Pinilla, comentando sobre las contrataciones realizadas por el club.

No es la primera vez que Heller recurre a la figura del préstamo para inyectar dinero a la U. A comienzos de este año aportó $ 2.100 millones, que fueron devueltos en abril con la aprobación de un aumento de capital. Este último aporte, que considera un interés mensual de 0,65%, debería pagarse a inicios de 2017.

“Carlos Heller se la está jugando a mil por la U con el apoyo de todo el directorio, que está bastante unido y alineado”, dice un cercano al presidente de Bethia, que en abril de 2014 asumió a la cabeza del club universitario.

“Está preocupado”, afirma otro hombre de negocios que conoce de cerca los pasos de Heller al interior de la U. “Cuando el equipo pierde lo insultan y él responde. Le tocó bailar con la fea por muchos meses y tuvo que soportar que le gritaran cosas en la calle y en el estadio. Cuando el equipo perdía prefería irse a un palco para evitar enfrentarse con los hinchas”, plantea la misma fuente, que pide reserva de su nombre.

Carlos es hijo de Agustín Heller, directivo de la U desde 1960 hasta 1969. Su madre, Liliana Solari, es una de las socias controladoras del grupo Falabella.

Todos los años, el clan recibe millones de dólares en dividendos de esta compañía. En 2015 fueron más de US$ 24 millones.

La familia opera a través del holding Bethia. Actualmente tiene el 9,8% del retailer, participación valorada en casi US$ 1.800 millones.

Cada tanto, el grupo recurre a esa participación para hacer caja y potenciar sus otros negocios. A comienzos de junio recién pasado, vendió un 0,19% de esta firma y recaudó la friolera de US$ 35 millones.

Bethia es uno de los grupos empresariales importantes del país con más de 25 años, presencia en diversos sectores y activos por casi US$ 4.000 millones.

Sus negocios abarcan los rubros agrícola, con Ancali; transportes, con grupo Empresas Sotraser; vitivinícola, con Bethwines; y comunicaciones, con MEGA. En conjunto, emplea a más de 4.500 personas.

A ellos suma inversiones en Falabella, LATAM, Colmena Salud, Aguas Andinas y Grupo Empresas Navieras, entre otras.

“A Carlos Heller no se le han ido los humos a la cabeza”, coinciden varios de sus cercanos.

Otros afirman que compra sus trajes en Falabella y se traslada en un jet Citation. De hecho tiene dos aviones: uno para diez personas y otro para ocho. En 2014, además, se compró un helicóptero Eurocopter valorado en US$ 13 millones, “para evitarse los tacos”, como él mismo explicó cuando le entregaron la nave en una breve ceremonia durante la Fidae de ese año.

Estadio Falabella

Uno de los sueños que Carlos Heller espera concretar durante su mandato es el mismo que tienen muchos hinchas de la Chile: el estadio propio.

Aunque dispone de recursos de sobra para poner él mismo los US$ 50 millones que un proyecto de esta magnitud requiere, su amor por el club no llegaría a tanto. Negocios son negocios.

Lo que sí se ha pensado es que si alguna vez este anhelo se materializa, negociar que lleve el nombre Falabella o Sodimac, como lo hace Peter Hiller, que cada mes recibe unos US$ 100 mil como parte del acuerdo por el Movistar Arena.

Heller comenzó en los negocios vendiendo una máquina de coser en Falabella. Llegó a ser jefe de tienda del local del Parque Arauco. Su tío Juan Cuneo le ofreció ser gerente de electrodomésticos y hogar, pero optó por la vida en el campo y los caballos. Fijó su domicilio en Los Ángeles. Se negó a estudiar Economía y optó por ser Técnico Agrícola del Inacap. En abril de 2002 entró al directorio de Falabella.

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