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Los negocios de la familia Nandwani, los mayores acreedores de FIT Research

Apuestas inmobiliarias, en el retail y en el rubro automotriz componen las inversiones de la familia avecindada en Punta Arenas, donde instalarán el primer hotel Hilton.

Por: Miguel Bermeo T. | Publicado: Lunes 22 de diciembre de 2014 a las 05:00 hrs.
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"Mi padre es muy supersticioso por nuestro origen hindú, entonces nos dice: 'En el momento que yo cuente las propiedades, no van a crecer más'. Así que nos tiene prohibido contar. Nos dice: 'Operen, trabajen para la familia. Cuántas propiedades son, da lo mismo'", explica Sergio Nandwani, nieto de Bhojraj Hotchand Nandwani, uno de los primeros hindúes que llegaron al país a comienzos del siglo pasado.

El nombre de la familia saltó a la palestra en los últimos días por ser los principales acreedores en la quiebra de FIT Research-Invertir Online, con un crédito verificado por poco más de $ 4.200 millones. Sin embargo, en Punta Arenas, los Nandwani son conocidos, con una serie de inversiones que los convierte en actores de peso en la escena patagónica.

Hoy la familia tiene una serie de negocios repartidos entre Punta Arenas, Santiago, Coyhaique e Iquique. Sin embargo, siguiendo el consejo del patriarca del clan, cuánto venden, cuántas propiedades tienen y cuántas casas han levantado hasta ahora es un dato que muy pocos conocen, salvo el contador del grupo.

Inmobiliario y retail

Uno de los negocios principales de la familia es el retail. Manejan varias tiendas en la Zona Franca de Punta Arenas y el plan es seguir creciendo. Prueba de ello es que "estamos prontos a inaugurar un local de 3.500 m2", cuenta el empresario.

Casi cinco mil kilómetros al norte, en Iquique, los Nandwani manejan locales en la Zona Franca. Sin embargo, ahora las tiendas y galpones están destinadas al arriendo a terceros. Además, la familia es dueña de terrenos que han ido adquiriendo en el tiempo que luego serán vendidos.

Algo similar hacen en Punta Arenas. El número de paños y metros cuadrados que poseen, de nuevo, no se conocen, aunque dicen que tienen excelente ubicación. Uno de ellos se destinará para albergar el primer hotel cinco estrellas de marca mundial en el extremo sur. Para ello, la familia conversa con la cadena Hilton.
Nandwani dice que la inversión de este hotel alcanzaría los US$ 16 millones y quizás sumarían al proyecto a otros empresarios de Santiago.

En esa misma ciudad, manejan varias concesionarias de diferentes marcas de vehículos nuevos, quedándose con más del 50% de los autos que se comercializan en la zona.

Sumado a lo anterior, el grupo tiene fuerte presencia en el negocio inmobiliario, con el desarrollo de condominios de casas y locales comerciales. Hoy están por comenzar nuevos proyectos de viviendas enfocados en estratos medio-altos en Punta Arenas.

La familia ha replicado parte de esa apuesta en Coyhaique, la extensión natural de Punta Arenas y de la Zona Franca. Ya están presentes con el negocio automotriz y van por el desarrollo de viviendas.
En Santiago, las fichas están puestas en el rubro inmobiliario (ver recuadro).

La quiebra de FIT

Las alarmas de que algo no andaba bien con FIT saltaron hacia fines del año pasado en el clan Nandwani, después de recibir varios llamados que advertían de la débil situación de la corredora. "Nos decían que no estaban cumpliendo con los ratios financieros y estaban con una situación de insolvencia, con escasez de caja. Ante esta posibilidad, pusimos más atención y bajamos los niveles de inversión. Al final teníamos invertido con ellos unos $ 4 mil millones, pero llegamos a tener dos o tres veces más", cuenta.

El empresario relata que comenzaron a trabajar con FIT Research hace unos 6 ó 7 años. Antes lo hacían con EuroAmerica, donde estaba Francisco Montaner. Las operaciones que realizaban con ellos iban desde compra-venta de moneda extranjera, operaciones de forwards, financiamiento de simultáneas, también inversiones en acciones de la Bolsa, hasta ser su custodio.

Según el empresario, hasta fines de 2013 FIT habían pagado todo, siempre cumplieron en tiempo y forma, pero "este año ya empezaron a llegar de vuelta los documentos. Primero con cheques devueltos por protestos por distintos motivos: falta de fondos, cuentas cerradas, falta de firma o firmas disconformes, cosas así".

Nandwani dice que, en todo caso, hasta el día de hoy se han seguido comunicando con los ejecutivos de la corredora. "Siempre estaban ubicables, nunca han estado escondidos, ni se han arrancado. Hablábamos con Francisco Montaner, su padre, o el gerente y otros ejecutivos. Nos decían que era algo temporal, que era cierto que había un bajón en su flujo de caja, porque habían tenido operaciones malas o que había clientes que no les habían pagado, pero que no había nada que temer, que estaba todo bajo control. Eso fue el verso que siempre nos vendieron", relata.

Y aunque Nandwani reconoce que "con este golpe, la caja en el holding se va a afectar" dicen estar esperanzados en "recuperar algunos de estos dineros. Las empresas están sanas financieramente casi sin deuda". Además, dice que "como somos una familia de origen oriental, muy conservadora en la forma de llevar los negocios, siempre tratamos de generar y mantener ahorros para épocas de vacas flacas y ello nos ha permitido seguir funcionando, si no estaríamos liquidados como consecuencia de la quiebra de esta corredora", enfatiza.

Imagen foto_00000003Los dos palacios
En la capital, los Nandwani han ido tomando posiciones en varios terrenos para futuros desarrollos. Sin embargo, las inversiones que más llaman la atención son dos palacios que están terminando de construir, en los que han invertido varios millones de dólares y que deberían inaugurarse en marzo o abril del próximo año. "Quisimos hacer un legado al patrimonio de la ciudad y del país", cuenta Sergio Nandwani.
El primero de ellos están en el Cerro San Luis, conocido como el palacio de mármol, que se ha inspirado en el Taj Mahal. El segundo (en la foto), estará cerca del Club Hípico y contempla cuatro pisos, un restaurante hindú y cafetería en el primer nivel; en el segundo un centro cultural; en el tercer piso habrá un lugar para reflexión y conexión con lo espiritual; y, finalmente, una terraza abierta para eventos.
La familia además construyó un templo hindú en la ciudad de Punta Arenas y hoy levanta una Plaza de la India, frente al Estrecho de Magallanes.

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