La renovación del sistema de transporte público metropolitano será completa. No sólo los buses y sus operadores cambiarán, sino que también todos las prestaciones asociadas al funcionamiento del sistema, como el Administrador Financiero del Transantiago (AFT) o el medio de pago, hoy denominado como Tarjeta Bip!.
La secretaría técnica de la Dirección de Transporte Público Metropolitano (DTPM) ya está trabajando en las bases de licitación de los denominados servicios complementarios, con el objetivo de llamar a concurso durante el segundo semestre de este año y adjudicar a inicios de 2018.
Concretamente, los servicios complementarios son cuatro: gestión operacional, que incluye el control de flota (que actualmente realiza cada operador en forma independiente); el servicio de información al usuario, que busca entregar datos en línea a través de diversas modalidades.
En tercer lugar está el recaudo y validación, cuyo factor central es la emisión y gestión de la Tarjeta Bip!, junto a la red de tótems y validadores. Finalmente, la administración financiera, que recauda y paga a las empresas, entre otras prestaciones.
Pese a que esta área de la licitación del Transantiago ha pasado casi inadvertida, hay fuerte interés en las empresas. Esto quedó de manifiesto en la consulta al mercado (llamada RFI, por sus siglas en inglés) que hizo la autoridad en 2016 para recabar información sobre tecnologías disponibles para estos servicios y otros aspectos que podrían ser recogidos en las bases de la licitación.
Aunque en la industria esperan que se realice una consulta pública de las bases -como sucede con los operadores-, Luis Maluenda, secretario técnico de la DTPM, dice que “para los servicios complementarios la ley no establece ese requisito” y destaca que en el RFI participaron 48 firmas.
Por ejemplo, entregaron información Autopass, City Movil, Clever Devices, Engie-Ineo, Everis, Fujitsu, Indra, In Motion, Motorola, Mobitec, NEC, Pay In, SAP, Smartmatic, Sonda, Telefónica I+D, Visa, Volvo-Ericsson y Xerox, entre otras.
Paquetes y consorcios
Maluenda explica que los contratos vigentes expiran en febrero de 2019.
Entre las novedades para el concurso que comenzará en los próximos meses menciona que están evaluando “los beneficios de licitar estos servicios en forma de paquetes de funciones similares y de acuerdo a su especificidad”.
Esto se traduce en que, por ejemplo, durante el proceso de licitación se podrían adjudicar los servicios de Gestión Operacional, Recaudo y Validación, e Información al Usuario en un sólo grupo, lo que podría incentivar más a las empresas, que a su vez podrían establecer consorcios para participar.
En la industria aseguran que este modelo es ideal, ya que facilita y hace que la operación y administración de los contratos sea más expedita, lo que significa una gestión más eficiente por parte del Estado.
Uno de los temas que está por resolverse es la tecnología que se exigirá para la Tarjeta Bip!, para que no quede obsoleta al poco tiempo de que inicie su funcionamiento. ¿Cuándo tomarán una definición al respecto? “Esa decisión se enmarca directamente en el proceso de licitación, considerando que se quiere dar continuidad al sistema, donde la nueva tecnología debe coexistir con la actual, en un proceso de transición que no afecte a los usuarios”, dice Maluenda, quien añade que cualquier costo adicional derivado de un cambio en la tecnología no podrá ser traspasado a los usuarios.