La petrolera BP anunció hoy que terminó de sellar con
cemento su pozo averiado en el Golfo de México, en una operación iniciada hoy
que acerca al Gobierno de Estados Unidos al objetivo de poner punto final al
peor desastre ecológico de su historia.
Los equipos terminaron los trabajos de taponado hacia las 14.15 hora local
(20.15 GMT), cinco horas después de comenzar a inyectar cemento a través de
tuberías conectadas a barcos situados en la superficie, según confirmó la
compañía en su página web.
El éxito de la operación supone la conclusión de la operación "static
kill" (eliminación estática), la más ambiciosa que la petrolera ha
emprendido hasta el momento para acabar con la fuga.
No obstante, el almirante retirado Thad Allen, que coordina la respuesta al
vertido por parte del Gobierno, dijo hoy en una conferencia de prensa que este
"no es el final" de la catástrofe que ha devastado las aguas del
Golfo, sino "un paso clave para asegurar que no se vierte más petróleo al
océano".