La Contraloría General de la República se pronunció hoy respecto al requerimiento presentado en marzo pasado por el diputado Gabriel Ascencio (DC) en relación a un posible conflicto de interés que enfrentaría el subsecretario de Deportes, Gabriel Ruiz-Tagle, al ser accionista principal de la sociedad anónima Blanco y Negro S.A. y a la vez autoridad y fiscalizador en materia de fútbol.
En un documento de cuatro páginas, el órgano fiscalizador determinó que "considerando el ámbito de actuación del Director Nacional del Instituto Nacional de Deportes de Chile (...) y en la medida que el ejercicio de sus funciones y atribuciones incida en el quehacer de la sociedad anónima de la cual es accionista -ya sea directamente respecto de sociedad Blanco y Negro S.A., o en la misma actividad deportiva en que ellas participan- corresponde concluir que tal Director deberá abstenerse de intervenir en cualquiera de esos asuntos".
La entidad agrega que "contraviene especiamente el principio de la probidad administrativa, entre otras conductas, intervenir, en razón de las funciones, en asuntos en que se tenga interés personal".
En ese sentido, la Contraloría estipula que incluso, "delegarán a terceros la administración de aquellos bienes y obligaciones que supongan conflicto de intereses en el ejercicio de su función pública, incluyendo la enajenación de todo o parte de esos bienes".
Tras conocer el fallo, el diputado Ascencio señaló que "a Ruiz-Tagle no le queda espacio. O vende las acciones que él ha dicho que no va a vender o, simplemente, a juicio mío se tiene que ir. Porque no es posible que un subsecretario de Deportes no pueda ver ningún asunto de interés relacionado con el fútbol que es el alma del deporte en Chile".