Por Michelle Cazenave
Las intenciones concretas ya las había adelantado el propio gerente general del Grupo GTD, Juan Manuel Casanueva, en mayo del año pasado: bajo la modalidad de operador móvil virtual (OMV), la compañía estaba considerando fuertemente ingresar al mercado de la telefonía móvil en el sur de Chile, a través de la recién adquirida Telefónica del Sur (Telsur).
Y casi un año de los dichos del ejecutivo, finalmente comenzaría a salir humo blanco. Esto porque en julio GTD ya podría tener sellado un contrato, ni más ni menos que con Movistar, para el uso de la cobertura de red de la telefónica de capitales españoles, lo que -de forma indiretcta, aunque con bajo riesgo- le permitiría extender sus servicios e ingresar por fin a la telefonía móvil en el país.
De acuerdo a fuentes cercanas a la operación, las conversaciones con Movistar se encuentran bastante avanzadas, lo que entre ambas compañías ha permitido sentar el cierre del acuerdo a comienzos del segundo semestre.
Pero las negociaciones venían de mucho antes, cuando en 2008 Telsur por sí sola ya había firmado un acuerdo con este objetivo junto a Movistar, antes de ser comprada por GTD al Grupo Luksic. Tras esta movida de US$ 115 millones, la operación quedó inconclusa y finalmente nunca fue lanzada comercialmente.
De acuerdo a los conocedores del nuevo acuerdo, ahora se quiso retomar las mismas condiciones, aunque en vista al nuevo panorama del sector móvil, en una movida que permitirá contar con el primer operador móvil virtual chileno, en un esquema similar a lo que ocurre actualmente, por ejemplo, en España, donde hay más de una decena -como Euskaltel, el operador ligado a la cadena supermercadista Eroski, Eroski Móvil, y próximamente Tuenti, también impulsado por Movistar- los que sólo ponen su marca al servicio externalizado (ver recuadro).
En este sentido, las intenciones de GTD irían por atender con telefonía móvil principalmente a su cartera de clientes, que hasta ahora se concentra en telefonía fija, con cerca de 400 mil clientes, de los cuales un 40% corresponden a Telsur.
Dentro de este escenario es que éste es un negocio interesante también para Movistar. Esto porque, según las fuentes, al apuntar GTD a cubrir segmentos de clientes que no son el foco de la telefónica de capitales españoles, entonces, aunque podría verse una canibalización, esta sería mínima -señalan-, ya que la participación de mercado de estos nuevos OMV usualmente no suele superar el 2%, permitiendo a la compañía una nueva apuesta por obtener contundenes ingresos por el contrato.
Los próximos interesados
En línea con lo anterior, la idea de Movistar, al dar el puntapié inicial al modelo en Chile, iría justamente a apurarse en captar a los mejores clientes entre las variadas firmas hoy no vinculadas a las telecomunicaciones y que estarían interesadas en comenzar a operar de forma virtual.
Y es que, de acuerdo a los cercanos a la negociación entre Movistar y Telsur, la primera de ellas se encontraría también en conversaciones para dar luz verde a operaciones similares con grandes empresas del retail y la banca chilena.