La compañía informática Dell accedió hoy a pagar US$
100 millones para liquidar una demanda que tenía pendiente con la Comisión del
Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés), que la
acusaba de no haber informado debidamente de pagos recibidos por Intel.
Además, el fundador de la compañía, Michael Dell, y su ex responsable ejecutivo
Kevin Rollins, accedieron también a pagar US$ 4 millones cada uno en multas por
la misma cuestión, mientras que James Schneider, ex director financiero,
abonará US$ 3 millones.
La SEC, que investigaba a Dell desde 2005, la demandó por no haber informado a
los inversionistas de los cuantiosos pagos recibidos del fabricante de
microprocesadores a cambio de que el fabricante de computadores no utilizara
los microchips fabricados por Advance Micro systems (AMD), el principal rival
de Intel.
Esos pagos permitieron a Dell cumplir con las previsiones de los analistas
respecto a sus cuentas empresariales, según la SEC, que asegura que cuando
Intel dejó de abonar esas cantidades, la empresa volvió a incumplir su
obligación de explicar debidamente a sus inversores por qué habían caído los
resultados.