General
Motors (GM) llamará a revisión 13.780 automóviles de sus marcas de la gama alta
Buick y Cadillac por un defecto en sus sistemas eléctricos mientras que el
Grupo Chrysler hará lo propio con otros 16.229 todoterrenos Jeep Liberty por
problemas con el limpiaparabrisas.
En el caso
de los vehículos de GM, el cable del alternador está en contacto con la línea
de regreso del sistema de dirección asistida lo que puede causar la pérdida de
fluido de la dirección.
GM señaló
en documentos presentados ante la Administración Nacional de Seguridad en la
Carretera (NHTSA, por su sigla en inglés) que el escape del fluido a su vez
puede causar la pérdida de la dirección asistida, aumentando el riesgo de un
accidente, e incendios en el compartimento del motor.
El defecto
afecta a los modelos Buick Lucerne y Cadillac DTS, ambos de los años 2010 y
2011 y dotados con motores en V8.
Chrysler
Por su
parte, el problema en los Jeep Liberty 2008 se centra en motores del
limpiaparabrisas que contienen un exceso de adhesivo lo que puede permitir la
entrada de agua y su mal funcionamiento.
Ambos
fabricantes han señalado que próximamente contactarán a los propietarios de los
vehículos afectados para solucionar los defectos.