Las compañías internacionales han dado un giro a su imagen hacia la simplificación y condensación de las características que representan su perfil de marca.
El estudio de abogados Guerrero Olivos también se decidió a introducir modificaciones en la marca y el logo a comienzos de este año, cuando revisaron los propósitos que querían transmitir. Roberto Guerrero, socio y abogado del despacho, explica que en marzo se reunieron con expertos de comunicación estratégica y diseño para alinearse a la tendencia mundial de empresas proveedoras de servicios. La razón: advirtieron la necesidad de acortar el nombre del despacho de Guerrero, Olivos, Novoa y Errázuriz a los dos primeros apellidos para evitar la confusión y enfocarlo a favor de la recordación de marca, y más a tono con los nuevos tiempos, aunque manteniendo la imagen de tradición que caracteriza a una firma con más de 32 años de historia.
“Los socios fundadores todavía están trabajando activamente y quisimos mantener esa imagen de tradición manteniendo nuestros colores, pero llevando una identificación de marca en la tipografía”, cuenta el letrado. “Quisimos transmitir cuáles eran los valores que caracterizan nuestra marca: la calidad, en el trabajo y el profesionalismo; la creatividad, en negocios y siendo innovadores en la creación, en el estudio y en las soluciones jurídicas; y calidez, que da cuenta del compromiso con las personas”, sostiene.
Siguiendo estas premisas y su carácter internacional, pensaron en seguir los pasos llevados por despachos ingleses, mexicanos, argentinos o brasileño, entre otros, que apostaron por simplificar, también, el mensaje.
Pero además, las estrategia de renovación viene asociada a una razón práctica, comenta el también socio Hernán Felipe Errázuriz. En esa línea asegura que se trata de “una razón práctica que tenía que pasar en cualquier momento”. “Optamos -continúa- por mantener nombres, transmitiendo que ofrecemos servicios integrales y avanzamos en todas las áreas”.