Industria

El boom de la cereza: plantaciones se han multiplicado por 19 y se afirman como el principal frutal de Chile

En contraste, la manzana y la uva de mesa han caído en los últimos años. Académico de la UC advierte que el explosivo crecimiento podría traer escasez de mano de obra para cosechar la fruta.

Por: Martín Baeza | Publicado: Lunes 6 de marzo de 2023 a las 04:00 hrs.
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Impulsadas por la demanda china, las plantaciones de cerezo en Chile se habían multiplicado en diez años y el frutal se convirtió en el más importante del país.

En 2022, la tendencia se mantuvo. La Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (Odepa) actualizó sus datos al cierre del año pasado y registró un aumento de un 25,7% en la superficie de plantaciones de cerezo.

De esta manera, el frutal pasó de 46.960 hectáreas (ha) a 61.559 ha. Para dimensionar la magnitud de este crecimiento, las nuevas ha de cerezo plantadas en 2022 (12.599) son mayores al total de cultivos de esta especie que había el año 2009 (12.468).

Con esto, el cerezo ya alcanza un 16,4% de toda la superficie de frutales del país. Le siguen el nogal (12,3%) y la uva de mesa (11,5%).

El año 2000, Odepa registraba 3.241 ha de cerezo, es decir, desde esa fecha, la superficie de estas plantaciones se ha multiplicado por 19 veces.

El lado B

El boom de las cerezas se explica principalmente por el consumo en China, ya que la fruta es protagonista en la celebración del Año Nuevo del gigante asiático. Este país, en la temporada 2021/2022 concentró más del 95% de las exportaciones chilenas.

No obstante, este explosivo crecimiento también viene aparejado de problemas para algunos productores. Juan Pablo Subercaseaux, académico de la Universidad Católica, especialista en Economía Agraria y también productor de cerezas, señala que con este acelerado incremento de la oferta, la competencia se está definiendo por un tema de ventajas comparativas.

“Aquellos que tienen una ventaja competitiva logran seguir haciendo un muy buen negocio (…) Aquellos que tienen más costos de producción porque tienen que controlar el agua, la lluvia o tienen poca producción por la zona climática en que están metidos, ya no tanto”, dice.

El agrónomo resume que “está bien que crezca como cualquier negocio que esté funcionando bien, pero esto claramente se está traduciendo en que el negocio está reduciendo sus márgenes”.

Subercaseaux identifica tres principales problemas que vienen de la mano con el boom. El primero, tiene que ver con que la cosecha de la cereza se realiza en un periodo de tiempo muy corto y aún más teniendo en cuenta la presión por llegar a tiempo al Año Nuevo chino. En diciembre, se concentra alrededor del 80% de la producción, dice el agrónomo.

Este fenómeno provoca que se necesite mucha mano de obra en un tiempo muy corto, demanda que iría aumentando, ya que las plantaciones nuevas de cerezo demoran unos años en comenzar a producir, por lo que, en vista de que el crecimiento de estas se mantiene, la producción debería ir haciendo lo propio.

Los cálculos de Subercaseaux dicen que, entre el 2017 y 2025, los trabajadores requeridos exclusivamente para cosechar cerezas subirían de 200 mil a 600 mil.

Segundo, el académico agrega que en esa fecha también se produce una escasez de máquinas para procesar la fruta, por lo que en el peak de producción se produce un atochamiento que empeora la calidad de la fruta que demora en ser procesada.

Finalmente, agrega que hay otros problemas en la llegada a China, ya que, con un crecimiento tan repentino de los envíos, los problemas logísticos en Asia para recibir la fruta también han crecido.

Las que caen

Subercaseaux dice que otro efecto colateral del auge del cerezo es que muchos productores de frutas como la manzana y la uva de mesa, ante el mal rendimiento de esos negocios, han virado hacia el frutal de moda.

Los datos de Odepa respaldan el diagnóstico. De las 53.850 ha de vid de mesa registradas en 2011, hoy solo quedan 43.024 ha, lo que significa una caída de más del 20%.

El manzano rojo, por su parte, cayó un 6,8% en el último año y, de 29.052 ha en 2017, ha caído a 23.992 ha en 2022.

En contraste, un cultivo que llama la atención es el avellano. El año pasado, la superficie de esta plantación aumentó un 48,8% hasta las 36.393 ha, posicionándose en la cuarta posición a nivel país, con un 9,7% del total de los frutales.

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