Si uno es competente "no hay por qué temerle a ninguna empresa"

Sebastián Vega Morales

¿Por qué es tan importante asumir riesgos? Porque en el riesgo están las oportunidades, eso es lo clave, explica Rolando Carmona Gómez, al exponer su principal motivación para salir a competir sin miedo con los gigantes internacionales del rubro, emulando la ambición con la que su padre fundó su primera empresa importadora de productos de perforación minera, en los años 60.

Este ingeniero industrial mecánico de la Universidad Católica, apostó por la innovación y el desarrollo de tecnología cuando nadie en el país se arriesgaba. No nos creían, en esa época existía mucho prejuicio contra el chileno industrial, todo lo bueno venía de afuera, señala.

Carmona creó en 1990 la compañía Drillco Tools, especialista en productos y servicios asociados a la minería y perforación en general, gracias a la asesoría de su padre, llamado también Rolando, y su hermano Rodrigo. Posteriormente, la empresa se completaría con su cuñado, el ingeniero Félix Tenorio.

Si bien el negocio familiar partió con la importación, fue con la venta de esa primera firma cuando llegó el empujón definitivo. La elaboración de brocas de tecnología sedujo al grupo sueco Atlas Copco., quienes decidieron comprar la sociedad. En conjunto decidimos emprender () concurrimos con los capitales de los miembros de la familia básicamente, y ahí partimos, recuerda Carmona.

Al inicio optaron por copiar tecnología extranjera, vendiendo por representación, pero el ingeniero quería un diseño propio, que combinara complejidad con altos estándares de calidad, en un producto de fuerte valor agregado, hecho por chilenos.

Así nació el martillo de perforación de Drillco Tools, aparato mecánico elaborado para trabajos pesados en pozos de agua en la minería y energía, que funciona con aire comprimido y que obtiene una potencia superior a sus competidores con el mismo gasto de energía.

Sabía que tenía que elevar el nivel de conocimiento técnico que tenía nuestra empresa para poder hacer estos diseños originales que ambicionaba, por eso me acerqué a varias universidades. Sin embargo, la única que me respondió fue la U. Católica, curiosamente la universidad desde donde vengo, afirma Carmona con gratitud.

El presidente ejecutivo de Drillco fue un visionario al jugársela por la investigación y el desarrollo de tecnología, convirtiéndose al poco tiempo en el líder manufacturero en martillos de perforación del mercado chileno, compitiendo sin trabas con firmas extranjeras de la talla de Ingersoll-Rand, Sandiv y Atlas Copco. Aprendimos a salir de Chile, nos transformamos en exportadores, y eso fue lo que nos motivó realmente, cuenta Carmona, para luego aclarar que por un tema estratégico-táctico decidimos hacerlo con un producto que fuera exportable, de mayor valor agregado y más complejo técnicamente, sostiene.

La clave del éxito

Si escarbamos en el éxito de las empresas de Carmona su holding cuenta con otras dos compañías, Drillco Perfor y Estratos-, podemos explicar su enorme crecimiento empresarial por el apoyo y competencia de su núcleo familiar, su convicción al momento de asumir riesgos y su perspectiva de vida. No sé por qué razón, pero nunca me sentí menos, nunca tuve una especie de complejo () si uno es competente en lo que hace, no tiene por qué temerle a ninguna empresa por grande que sea. Una vez que entras a trabajar, te das cuenta que no son más inteligentes, ni más trabajadores, ni más que creativos que nosotros, enfatiza.

En la actualidad, el 70% de las ventas totales de la compañía corresponde a exportaciones, contando con tres filiales en el mundo (EE.UU., Italia y Brasil), y una próxima apertura en Perú.

Respecto a las expectativas para los próximos años, Carmona se muestra optimista y advierte, que irá por más.

Hoy empieza una cuarta etapa que me tiene muy motivado, que ya no es ser un exportador desde Chile, sino convertirse en una empresa centrada en la ingeniería de productos, que es más estratégico, más competitivo. Eso nos cambió la mirada, fue un cambio de paradigma entenderl, y al hacerlo, destapamos el techo de la compañía, concluye.