Los accionistas de Anglo American Plc y Teck Resources Ltd. votaron a favor de la fusión de ambas compañías, dando un paso clave hacia la creación de una productora de metales de US$ 50.000 millones centrada en las minas de cobre en Chile -donde combinará a Collahuasi y Quebrada Blanca- y Perú.
Los accionistas de Clase B de Teck votaron a favor del acuerdo en una reunión en Vancouver, minutos después de que los accionistas de Anglo en Londres votaran con un 99,2% a favor de la fusión. Las votaciones, que se esperaban ampliamente, impulsan una transacción que se situaría entre las más grandes de la historia de la industria minera.
El acuerdo para adquirir Teck, cerrado hace tres meses, otorga a Anglo acceso a la cartera de minas de cobre de la firma canadiense en un momento en que el metal se cotiza a máximos históricos. La transacción estaba valorada en unos us$ 50.000 millones al momento de su anuncio el 9 de septiembre, basándose en la capitalización bursátil combinada de ambas compañías.
Los activos de cobre de Teck han sido codiciados durante mucho tiempo por las principales empresas mineras, aunque su emblemática mina de cobre Quebrada Blanca, en el norte de Chile, se ha visto afectada por problemas operativos, lo que pone en duda su capacidad para continuar como una entidad independiente. Anglo posee la mina de cobre vecina Collahuasi.
El negocio cuprífero de Anglo también ha llamado la atención de sus rivales, ya que la empresa con sede en Londres rechazó en dos ocasiones las propuestas de BHP Group, la mayor minera del mundo.
Anglo acordó pagar 1,3301 acciones por cada acción de Teck en un acuerdo que ambas compañías presentaron como una transacción sin prima al anunciarse. La entidad fusionada se llamará Anglo Teck y tendrá su sede global en Vancouver, manteniendo su cotización principal en Londres.
El acuerdo aún necesita la aprobación de los reguladores de países como China, Estados Unidos y Canadá.
El gobierno federal de Canadá está presionando a Anglo para que asuma compromisos más firmes con los puestos ejecutivos y de gestión en la propuesta sede de Vancouver como condición para la aprobación. Las empresas deben demostrar que el acuerdo beneficia a Canadá para obtener el apoyo del gobierno.