Volkswagen le arrebató ayer a Toyota el liderazgo en ventas de automóviles en el mundo, durante el primer trimestre de este año, luego de que su rival japonés tuviera que hacer frente a una serie de interrupciones en la producción.
Esta es la primera vez en cuatro años que el fabricante nipón pierde su posición y es que sus ventas globales bajaron 2,3% hasta 2,46 millones de unidades entre enero y marzo. La empresa alemana, que busca sobreponerse a un escándalo por adulteración de datos de emisiones de al menos once mil vehículos, informó a comienzos de mes de un alza de 0,8% a 2,51 millones de autos.
Toyota vio afectados sus envíos por la paralización de sus líneas de montaje durante una semana en febrero, tras la explosión en la fábrica de uno de sus proveedores de acero, y podría ver su producción caer en otras 80 mil unidades tras los terremotos de abril.
La pérdida de producción pondrá a prueba su habilidad para recuperarse y extender a cinco años su racha como la mayor automotriz del mundo.