Ottone: “El cónclave puede ser importante si el gobierno es capaz de decir cosas claras”
El académido destaca que La Moneda debe “generar una disciplina” y todo ello con un “esfuerzo mayor”, porque “los tiempos no son eternos”.
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El sociólogo, otrora asesor del ex presidente Ricardo Lagos y hoy director de la Cátedra de Globalización y Democracia de la UDP, Ernesto Ottone, dice que pese a que "llegó un poco tardiamente" el realismo sin renuncia finalmente llegó, porque "gobernar significa ser responsable" y eso "no es traicionar los principios".
-Ud ha dicho que "la principal tarea de un gobierno es gobernar bien" ¿Cómo lo ha hecho este gobierno?
-Hay dos juicios. Llegado enero, había elementos de discusión y crítica pero había un juicio de eficacia. Después vinieron los tiempos del cólera, Caval, Penta y vino todo, se produjo un problema que va más allá del gobierno, del sistema de financiamiento de la política, donde naturalmente se genera un escándalo, una tensión muy fuerte de la opinión pública, entonces da la imagen que todo está mal. De allí para adelante el problema es cómo el gobierno es capaz de responder a esa situación y ahí es donde yo digo, me gusta la frase que llegó un poco tardíamente, pero llegó, el realismo sin renuncia. O sea, un gobierno que realiza un re-pensamiento porque hay una realidad diferente.
-¿No cree que sea contradictorio, la realidad implica asumir renuncias?
-No, no es contradictorio en la medida que sea sin renuncia al realismo. Naturalmente hay que calificar qué significa sin renuncia. No son contradictorias, porque es muy válida la frase de Max Weber cuando señala que en el ejercicio del poder siempre hay dos lógicas, la ética de las convicciones, de lo que se quiere hacer, y la ética de la responsabilidad, de lo que se puede hacer. Realismo sin renuncia tendría que suponer esos dos elementos. Nosotros tuvimos una experiencia en el gobierno de Lagos, pensábamos que iban a ser mucho más cortos los efectos de la crisis del '98, íbamos preparados para realizar más cosas en determinado sentido, hubo muchos elementos que reestudiar y revisitar. No es traicionar los principios, es simplemente aplicar responsabilidad, porque al final gobernar significa ser responsable.
Síndrome del Árbol de Pascua
-Cuando dice que el realismo sin renuncia llegó tarde, ¿qué significa?
-Debió haber sido siempre así. Es parte de la acción de gobierno, ir midiendo exactamente cuáles son los pasos que das, sin renunciar a tus ideas. Porque si no se puede generar el síndrome del Árbol de Pascua, al que se le siguen poniendo adornos hasta que se cae. Entonces hay que decidir qué se hace y qué no se hace. Los gobiernos siempre tienen que dejar cosas afuera.
-¿Hay un reconocimiento de que fracasó ese espíritu reformista?
-No, el espíritu reformista en absoluto. Lo que fue un grave error fue un cierto espíritu refundacionalista. Reformismo es el camino que eligió la sociedad chilena después de la dictadura. Éste era un segundo ciclo, dónde no estaba en el centro la democracia y la pobreza, porque en eso hubo grandes logros, sino el tema de una sociedad más igualitaria y eso generaba una continuidad, con cambios. Sin embargo primó en sectores de los partidos políticos de la coalición un cierto aire refundacional, de que aquí empieza lo de verdad y eso creo que fue un grave error que generó la ausencia de un cierto realismo. Negar su propio pasado es siempre un error. Una cabeza sin memoria es una cabeza idiota. Se puede decir que los años de la Concertación fueron demasiado lentos y demasiado graduales, sí, pero eficientes porque transformaron mucho el país. Que había que hacer otras reformas, por supuesto, pero no cambiar de método, y aquí hubo un cambio metodológico.
-¿Entonces el cónclave de este lunes es determinante, es una prueba para el gobierno?
-No lo veo así. Los cónclaves, cuando reúnes a los partidos que te apoyan, tienen una importancia para la acción, para salir a desarrollar tareas, pero creo que tienen que estar acompañados de una gran claridad en el gobierno.
-¿Y usted ve esa claridad?
-Todavía la veo lenta. Veo que hay un esfuerzo, pero me parece que los tiempos requieren un esfuerzo mayor en determinar con realismo qué es lo que se va a hacer y cómo se va a hacer porque ya los tiempos no son eternos. En 2016 hay elecciones municipales. En lo que va de aquí al próximo año es fundamental caracterizar cuál es finalmente el huevo que se pone. Es muy importante esto, porque se han hecho cosas positivas pero todo queda en la penumbra. Hubo una cosa importante, no estrictamente política y pasó entre gallos y medianoche, la aprobación de la unión civil de las parejas y se pierde porque hay un estado de ánimo de que las cosas no están funcionando del todo bien. El cambio del sistema binominal es una gran cosa, el cambio tributario –no en todas su formas que es donde se pueden ajustar cosas- va a significar que en unos años más la distribución del ingreso en Chile será más igualitaria de lo que es hoy. Son grandes cosas pero todas caen en un hoyo negro.
-¿Esa es una falencia del gobierno, del ámbito comunicacional?
-Es más que comunicacional. Precisamente porque hay esta especie de abotagamiento de cosas, cada cosa pierde su brillo en sí misma y al final la gente no fija la mirada en nada. Entonces más que comunicacional es producto de un tipo de acción.
-¿Y el cónclave marca algún hito para esta nueva etapa?
-Es mejor que sea bueno, que funcione. El cónclave puede tener importancia si el gobierno es capaz de decir cosas muy claras, reafirmarlas y generar una disciplina.
-¿Se trata de trazar bien la hoja de ruta?
-Para que se trace la hoja de ruta es necesario que el gobierno la tenga, no se saca nada con reunir a quiénes están contigo si no tienes clara la hoja de ruta.
-Entre el anuncio del realismo sin renuncia y el cónclave han pasado varias semanas y con ello ha habido espacios para que algunos dirigentes amenacen que si no se cumple con el programa se irán de la coalición, mientras otros defienden este realismo, ¿a qué atribuye que se generen estos episodios? ¿Es responsabilidad de la Presidenta?
-Chile es un régimen presidencial, donde la figura presidencial es muy importante, pero es el gobierno el que tiene una responsabilidad hacia la sociedad. Creo que hay mucha operación mezquina, electoral, pensando en la reelección. Hay parlamentarios que dicen que lo importante es el voto duro, qué parlamentarios son esos, que no están pensando en una política de Estado, de país.
-Entre los que defienden el programa versus los más pragmáticos se ve una falta de unidad ¿cómo se logra esa unidad?
-Eso es normal en una coalición tan diferente, esa es su riqueza también. El problema es cómo esa riqueza se conjuga con la capacidad de acuerdo, entonces está bien que florezcan mil flores pero cómo hacemos el jardín armonioso, cómo suena la orquesta. Volvemos al director de la orquesta, todos los gobiernos tienen que tener una conducción y creo que esa conducción tiene tareas muy importantes en este momento y todavía está a tiempo. Esa visión de un gobierno que no ha realizado cosas es también falsa, equivocada e interesada. Al decir lo que falta, hay que decir lo que se hizo también.
-¿El gobierno tendría que reinventarse para salir de esta crisis?
-Esa es una palabra que detesto. Cómo me voy a reinventar, cada uno es hijo de su historia y biografía. Lo que se puede hacer es estar siempre pensando cuáles son los cambios que se tienen que introducir para hacerlo bien. Hay que convencer que las propuestas que uno hace son buenas propuestas.
-¿Le ve proyección a la NM?
-La vida lo dirá, yo hago ciencias sociales no profecías. Naturalmente va a depender como lo haga. Cuando recién comenzó la democracia se pensó que la Concertación iba a ser un acuerdo para uno o dos años. Ahí hubo una cosa virtuosa, esperemos que también haya ahora una cosa virtuosa, el cemento de eso fue la combinación de convicción y responsabilidad, cuando falta uno de esos dos elementos las cosas decaen
-¿Y cómo evalúa la gestión de Burgos-Valdés y Eyzaguirre?
-No tengo un conocimiento detallado, opino como alguien de afuera. Todavía estamos a la espera, veo buenas cosas, buenas declaraciones. Está bien que el ministro Valdés señale las dificultades económicas, está bien que el ministro Burgos señale la necesidad de establecer una temporalidad, esperemos que todos ellos jueguen un rol muy fuerte.
Lagos "está jugando su rol de ex presidente"
¿Cómo un hombre cercano al ex presidente Lagos. Lo ve como carta presidencial?
-Él está jugando su rol de ex presidente, está hablando por arriba, está pensando estratégicamente el país porque así esa es la cabeza de Lagos. A él le preocupa nuestro desarrollo en el contexto latinoamericano. Ahora, es muy difícil en este momento hablar de candidaturas y cosas así. Todavía no se sabe cuáles van a ser las fuerzas en juego, tenemos que ver cómo termina y remonta este gobierno, cómo se reconstruye la derecha, cómo se genera una nueva relación entre ciudadanía y política, hay demasiados elementos como para hablar en este momento de candidaturas. Sería un error grave de análisis en este momento el plantearse nombres.
-Pero eso no quita que ya se estén moviendo algunas piezas, por ejemplo, ya se dice que si el gobierno no logra remontar están dadas las condiciones para que Piñera vuelva, y además sale bien parado en las encuestas?
-Leer lo que dicen las encuestas hoy en el tema presidencial es anticiparse a una realidad y no tiene mucho valor.