El
fabricante automovilístico francés Renault, víctima de un caso de espionaje
industrial por parte de tres de sus ejecutivos, investiga si éstos transmitían
informaciones sobre su programa de autos eléctrico a China, publica hoy el
diario "Le Figaro".
También los
servicios secretos franceses siguen la pista china en la investigación que han
abierto, asegura el rotativo.
Añade que
los elementos filtrados se refieren a la batería y los motores de los futuros
vehículos eléctricos que Renault tiene previsto lanzar a partir de 2012.
Según
"Le Figaro", los tres altos ejecutivos incriminados vendieron
patentes todavía no registradas a intermediarios especializados en la
inteligencia económica.
El
destinatario último de esos elementos puede ser un grupo chino, según fuentes
internas de Renault citadas por "Le Figaro".
La dirección de la
marca del rombo reconoció la existencia de las sospechas de espionaje aunque no
dio pruebas sobre la misma ni reveló la identidad de los ejecutivos implicados,
pero señaló que estudia presentar una denuncia.