El cierre del deal más esperado en el mercado chileno está a la vuelta de la esquina y, a medida que la cuenta regresiva pasa a ser cuestión de días, la carrera por Empresas Banmédica se pone más estrecha y la discusión por el monto se vuelve protagónica.
En ese escenario, ya se han dibujado varios ceros y las ofertas competitivas están todas por sobre los US$ 1.000 millones, según confirmaron al menos tres personas que participan de las negociaciones.
El tema no es baladí. Cuando la estadounidense UnitedHealth Group (UHG) puso a la venta el holding se habló de un desgaste en cuanto a sus inversiones en Latinoamérica. El precedente no era el mejor. En 2012, UHG invirtió US$ 5.000 millones en el grupo Amil, en Brasil, y lo terminó vendiendo en US$ 500 millones.
Christus Health; Patria Investments junto a Linzor Capital; y Leonidas Vial en alianza con Colpatria son los candidatos mejor considerados, pero nada está zanjado aún.
En Chile, Perú y Colombia, entró con la compra de Empresas Banmédica en 2017 -que hasta entonces pertenecía al Grupo Penta y al empresario Eduardo Fernández León- pagando US$ 2.800 millones. Pero cuando la puso a la venta, el contexto era diametralmente opuesto. La multinacional había reconocido un impacto negativo de US$ 1.300 millones en la región, de los cuales US$ 220 millones provenían de los fallos de la Corte Suprema contra las isapres y la consecuente Ley corta.
Los activos de Perú fueron vendidos al Grupo Romero en cerca de US$300 millones. Ahora, con el turno de Colombia y Chile -activos entre los cuales se incluyen clínicas como Santa María, Dávila y Vespucio y las isapres Banmédica y Vida Tres- se especulaba que podía ocurrir algo similar al resto de la región. Que los estadounidenses quisieran salir rápido y, por ende, barato. Pero mucha agua ha corrido debajo del puente.
Toman la delantera
Lo medular es que en Chile los activos de Empresas Banmédica han despertado fuerte interés de inversionistas locales y extranjeros.
Fueron al menos siete ofertas que llegaron a las manos de BTG Pactual -banco de inversión contratado por UHG para operar la venta- y, hoy por hoy, tres de ellas que corren con ventaja.
La primera forma parte del denominado grupo de prestadores estratégicos: se trata de la estadounidense Christus Health -socia en Chile de la Universidad Católica-, que presentó la primera oferta en toda esta contienda. La cifra, según afirman conocedores de las tratativas, rondaría los US$ 1.200 millones e incluiría tanto los activos de Chile como de Colombia.
En la otra vereda, entre las firmas financieras, hay dos consorcios que han ido ganando terreno en las últimas semanas. A comienzos de septiembre, el fondo de private equity, Linzor Capital -excontrolador de Cruz Blanca- sorprendió al mercado al sumarse a la competencia. De acuerdo a fuentes que conversaron con DF, su irrupción no fue solitaria: habría unido fuerzas con Patria Investments (la brasileña propietaria de Moneda Asset Management) y conformarían otro de los candidatos más fuertes en la puja por Banmédica.
El segundo de estos consorcios es liderado por Leonidas Vial, quien en una cruzada personal se asoció con el grupo colombiano Colpatria.
Todas las ofertas ya mencionadas, aseguran los conocedores de las negociaciones, se elevan por sobre los US$ 1.000 millones.
Suban sus apuestas
Nada está zanjado aún. Quienes participan en las negociaciones aseguran que los otros competidores siguen con apetito por el grupo de salud. Así, si bien hay tres que corren con ventaja, no significa que los demás hayan sido descartados.
Dentro de ese grupo, las fuentes destacan el rol que podría jugar el socio de Southern Cross, Raúl Sotomayor -que además cuenta con la asesoría de Link Capital-, quien ha estado reuniendo inversionistas para lanzarse por Banmédica.
El otro actor en competencia es el Grupo Alemana -la sociedad que está detrás de la clínica homónima-, que se asoció con Kinza Capital para entrar a la carrera. No obstante, su oferta tiene una gran desventaja: están pujando solo por Chile -de hecho, tendrían una fórmula para repartirse los activos, en la que Kinza se quedaría solo con las isapres y una de las clínicas- y para los vendedores es más cómodo vender ambos países juntos. Además, al igual que a Christus, le juega en contra que, por el hecho de ya operar prestadores, la Fiscalía Nacional Económica (FNE) podría poner condiciones para aprobar la venta.
Por ahora, las propuestas de la peruana Auna y la estadounidense ACON Investments han sido consideradas poco atractivas, aunque “el partido se juega hasta el último minuto”, dice uno de los conocedores.
Así, siguiendo la analogía, los jugadores tienen hasta el minuto 90’ para seguir subiendo sus apuestas y hay factores que pesan en eso. Uno es que el escenario post ley corta ha sido mejor de lo esperado para el sector salud y en la firma proyectan una fuerte recuperación en sus resultados. Otro, es que UHG sufrió una fuerte crisis internacional, lo que derivó en cambios profundos en la plana ejecutiva y, por ende, en una revisión de todos sus procesos.
Con todo eso, hay quienes apuestan a que los US$ 1.200 millones que ya se han puesto sobre la mesa van a seguir creciendo. Al menos, hasta el día de hoy, la casa sigue pidiendo más.