El fabricante de equipos de
telecomunicaciones sueco Ericsson registró en el segundo trimestre
del año un descenso de ventas del 8%, en comparación con
el mismo periodo del año anterior, aunque el volumen de beneficios
creció, impulsado por los resultados de su filial Sony-Ericsson.
Según
las cifras publicadas hoy por el consorcio, desde
Estocolmo, el volumen de ventas se situó en el segundo trimestre del
año en los 48.000 millones de coronas suecas (US$ 6.527 millones),
frente a los 52.100 millones del mismo periodo de 2009 (US$ 7.085 millones).
El volumen de ventas acumulado en el primer
semestre del año fue
de 93.100 millones de coronas suecas (US$ 12.660 millones),
frente a los 101.700 millones del mismo periodo de 2009 (US$ 13.830 millones), que supuso asimismo un descenso del 8%.
Las ganancias netas trimestrales, en cambio, subieron de
los 800
millones de coronas de entonces (US$ 108 millones) a los 2.000
millones (US$ 271 millones), es decir un 151% aproximadamente.
En total, en el primer semestre
los beneficios se situaron así en
los 3.300 millones de coronas suecas (US$ 448 millones), frente
a los 2.600 millones (US$ 353 millones) de ese mismo periodo del
año anterior.
El presidente del consorcio, Hans Vestberg,
atribuyó el descenso
de las ventas a la persistente reticencia a invertir en nuevos
equipos, lo que ha producido un "impacto negativo" en el conjunto
del grupo. A ello se unen los problemas sufridos por Ericsson en
los
suministros de componentes.
Esta evolución quedó, sin embargo,
compensada en las ganancias
del grupo, gracias a los resultados de su filial sueco-japonesa Sony
Ericsson, cuyo beneficio neto acumulado en los seis primeros meses
fue de 33 millones de euros (US$ 42 millones), frente a una pérdida de 505 millones (US$ 648 millones) en
el mismo periodo de 2009, según los resultados dados a conocer la
semana anterior.