Exportaciones a Argentina retroceden 9,6% en 2012 aunque Sofofa desdramatiza la caída

Por C. Torres / G. Cerda

Las trabas comerciales aplicadas por Argentina a las exportaciones en 2011, finalmente tuvieron repercusiones en Chile. Así lo demuestran los datos entregados ayer por el Banco Central en el informe de los Indicadores de Comercio de Exterior correspondientes al cuarto trimestre de 2012.
Al analizar en detalle el comportamiento de las exportaciones del año pasado, se aprecia que con Argentina se evidenció un retroceso de 9,6% respecto del año anterior. Los montos transados descendieron desde los
US$ 1.186,3 millones de 2011 a US$ 1.072,6 millones registrados en 2012.
Al observar la evolución por trimestre, las exportaciones (Fob) a Argentina mostraron un dispar desempeño. Durante el cuarto trimestre de 2011 éstas totalizaron
US$ 329,6 millones, no obstante, durante el primer trimestre de 2012 se aprecia una caída a US$ 256,6 millones. Esta tendencia a la baja se mantuvo durante el segundo trimestre de ese año cuando alcanzó los US$ 246,9 millones. Sin embargo, fue durante el tercer trimestre que se inició una "recuperación" cuando los envíos se elevaron a US$ 277,1 millones, tendencia que se mantuvo en el periodo octubre-diciembre cuando llegaron a US$ 292,1 millones.

"Dentro de lo razonable"
Ante esta situación, el gerente de Comercio Exterior de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Hugo Baierlein, señaló a DF que la caída no gusta pero "está dentro de lo que es razonable".
Es que según Baierlein, esta baja responde, en gran parte, a las restricciones que se han aplicado en el país vecino. "Hay un procedimiento en Argentina que es rígido y no permite que muchas empresas nuevas hagan negocios, más que nada son las que estaban y que han aprendido a aprobar las licencias y a tramitarlas. Se ha logrado que una gran cantidad de empresas se mantengan, pero hay que reconocer que un margen perdió los negocios (...) lo que pretendíamos era que fuera el mal menor", asegura.
El gerente de comercio exterior de Sofofa, agrega que "si se mantiene el escenario actual (caída de 9,6% en 2013), no sería malo pensando en cómo está hoy Argentina. Por lo tanto, mantener lo que tenemos, para nosotros es crucial".

Las medidas adoptadas
De hecho, en enero recién pasado, la jefa del Departamento Economico de ProChile en Buenos Aires, Iris Boeninger, describía la evolución de las principales medidas aplicadas a la importación de bienes y servicios impuestos por Argentina: la Declaración Jurada Anticipada de Importación (DJAI), donde todos los importadores y los inscritos en los "registros especiales aduaneros" deberán en forma previa a la emisión de la orden de compra deberán realizar la DJAI; la Declaración Jurada Anticipada de Importación de Servicios (DJAS), donde se incorpora a la ventanila única electrónica del comercio exterior la importación de servicios; la Licencia No Automatica previa a la Importación (LNA); y el Registro de Operaciones de Importación (ROI).
Para intentar paliar estas restricciones, Boeninger explicó que el gobierno pretende "buscar nuevos nichos", y una mayor atracción de inversiones.
En esa línea, el gerente de Desarrollo Gremial e Internacional de la Asociación de Exportadores de Manufacturas  (Asexma), Marcelo Abrigo,  apunta a que "el tema de Argentina ha ido cada vez instrumentalizándose más. Hoy existe un mecanismo de trabajo con la Embajada de Chile en Argentina que ha permitido facilitar el tema de las exportaciones".
Asimismo, asegura que los envíos que han tenido más problemas son los productos del área de electrodomésticos, línea blanca, refrigeración y en general, proyectos grandes. "Esto, porque en Argentina existe un mecanismo en el cual los importadores locales tienen una especie de balanza comercial en el mercado, o sea, deben exportar por la misma cantidad que importaron. Hay algunos que lo han logrado y otros que no, y los que no, han empezado a sustituir importaciones con productores locales", explica.

Los otros
mercados
El informe del Banco Central también detalla la evolución de los envíos en otros continentes, donde también se evidenciaron caídas.
Por ejemplo, en Europa las exportaciones chilenas retrocedieron 13%, en América cayeron 3% mientras que en Asia fue sólo en un -0,3%.