Grecia logra pactar con acreedores pero aún afronta mayores desafíos

Crecientes tensiones con FMI y Unión Europea por falta de avances en reformas económicas, ponen en riesgo segundo paquete de ayuda.

Por: | Publicado: Lunes 30 de enero de 2012 a las 05:00 hrs.
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Por Renato García



La complicada madeja de la crisis de deuda soberana de Europa se desenredó un poco más este fin de semana, luego de que las autoridades en Grecia llegaran a un acuerdo tentativo con sus acreedores privados para un canje de deuda.

El acuerdo no estaría listo para la cumbre de la Unión Europea, hoy lunes, pero sería ratificado esta semana, y permitirá a Grecia recortar sus compromisos de deuda. “Estamos a sólo un paso del acuerdo final”, celebró el ministro griego de Finanzas, Evangelos Venizelos.

Además, esta era una de las condiciones que Atenas debía cumplir antes de recibir un segundo paquete de ayuda de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, por 130 mil millones de euros.

Puntos pendientes


Sin embargo, no todo está resuelto, porque las entidades internacionales reclaman que el gobierno heleno avance también en una serie de reformas económicas, y muestran cada vez más impaciencia por la falta de resultados. Las entidades demandan medidas para recortar el déficit y mejorar la competencia, que implican recortes de salarios y despidos de funcionarios públicos, y privatizaciones de empresas estatales.

Los políticos griegos se resisten a las presiones internacionales porque temen ser castigados por los votantes en las próximas elecciones. Pero la ayuda es esencial para que Grecia pueda hacer frente a vencimientos de deuda por 14.500 millones de euros, el 20 de marzo.

Venizelos hizo un llamado a las autoridades nacionales el sábado por la noche para que dejen de obstaculizar las negociaciones. “Los próximos días serán decisivos para la siguiente década. Debemos hacer frente a grandes dilemas y debemos hacerlo con visión de largo plazo y sentido de responsabilidad”, declaró el hombre clave en las negociaciones.

Ayer, tras una larga reunión con representantes de los tres principales partidos del congreso, el primer ministro Lukas Papadimos, aseguró que cuenta con todo su apoyo en la negociación.

Las discusiones han levantado polémica sobre el nivel de influencia que deben tener los acreedores institucionales europeos en el manejo fiscal de los países miembros, con Alemania exigiendo durante el fin de semana que la autoridad sobre las cuentas públicas de Atenas fuera cedida a Bruselas. Sin embargo, la moción de los germanos fue inmediatamente descartada por el brazo ejecutivo de la Unión.

En cambio, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, apuntó a las autoridades europeas, y durante un panel en el Foro Económico Mundial de Davos llamó a fortalecer las medidas de “corta-fuego”, para evitar que la crisis siga extendiéndose a otros países.

Tira y afloja
Los negociadores han insistido en calificar el acuerdo como un canje voluntario de deuda, con la esperanza de que esa diferencia sea suficiente para que el mercado, y sobre todo las agencias calificadoras, no lo traten como un default pleno o “desordenado”.
Aunque los acreedores privados han sido reticentes a aceptar un mayor descuento, las consecuencias de un default completo podrían ser mucho peores. Sus inversiones en bonos griegos perderían prácticamente todo su valor, y la incertidumbre arrastraría a los títulos de otros países donde también tienen activos, además de terminar de hundir el valor del euro.

Hoy se celebra primera Cumbre del año de la UE
Hoy lunes se celebra la primera cumbre de líderes europeos de este año. Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea deben votar un nuevo Tratado que reforzará la disciplina fiscal, iniciativa impulsada por Alemania y que fue rechaza por Reino Unido, generando tensiones dentro del bloque de 27 países.
El Tratado prevé sanciones automáticas para los países que superen el 3% de déficit y obliga a los estados de la eurozona a incorporar a sus legislaciones nacionales, preferiblemente a nivel constitucional, “una regla de oro” que limite el déficit a 0,5% del PIB.
El Tribunal de Justicia de la Unión verificará su cumplimiento y podrá imponer multas por hasta 0,1% del PIB.
El tratado crea además un nuevo fondo de rescate por 500 mil millones de euros que empezará a funcionar en julio. El FMI ha llamado a incrementar los recursos, y advirtió que no son suficientes para contener el peligro de un default de España o Italia, pero Alemania se resiste a aumentarlo. De todos modos, las negociaciones sobre su capitalización no comenzarán hasta marzo.
Los países que no ratifiquen el Tratado no tendrán acceso a ayudas.



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