Quedando cerca de dos semanas para la primera vuelta de las elecciones presidenciales, JP Morgan afirma que todavía no hay un resultado claro sobre quién sería el ganador. 
En un informe enviado a clientes y elaborado por el economista jefe para el Cono Sur de la entidad financiera, Diego Pereira, JP Morgan indica que las encuestas “muestran un electorado dividido y sin un camino claro hacia una victoria absoluta”.
Así, señala que lidera la candidata del oficialismo y Unidad por Chile, Jeannette Jara, lidera los sondeos, seguida por el abanderado del Partido Republicano, José Antonio Kast; la de Chile Vamos, Evelyn Matthei; y del Partido Nacional Libertario, Johannes Kaiser. 
“Cabe destacar que Jara ha observado que su apoyo se ha mantenido relativamente estable en las últimas semanas. Mientras tanto, Kast sigue en segunda posición, aunque perdiendo impulso, mientras que Kaiser es el que muestra el mejor impulso en la recta final, superando a Matthei en la media de las encuestas”, sostiene.
También, destaca que la categoría “otros” y los votantes indecisos representan hasta un 14,9% en algunas encuestas, lo que pone de relieve la incertidumbre generalizada.
Además, señala que los datos sugieren que el panorama político chileno está polarizado, con la izquierda unida detrás de Jara y la derecha dividida entre Kast, Matthei y Kaiser.
“La dinámica actual tiende a favorecer a la oposición, pero sería prematuro dar por sentado el resultado. La volatilidad ha sido una característica de las elecciones anteriores, y mucho se decidirá en las semanas previas a la segunda vuelta”, señala el reporte. 
Así, el economista asegura que el  intervalo de tres semanas será crucial, especialmente dada la obligatoriedad del voto y la posibilidad de que la opinión pública cambie rápidamente.
Panorama fiscal
El informe de JP Morgan también se refiere a la actual situación fiscal de Chile. 
El banco de inversión prevé un déficit estructural del 2,2% del PIB este año, “muy por encima” del objetivo original del 1,6% que tenía el Gobierno. 
Pereira señala que no se han ejecutado recortes de gasto adicionales para recuperar el rumbo del Presupuesto y que el plan de acciones correctivas presentado a principios de este año para hacer frente al déficit de 2024 se ha estancado: del 0,58% del PIB prometido en medidas, solo se ha aplicado un 0,16%.
“Este déficit fiscal se está produciendo en un contexto de gastos corrientes descontrolados y de una fuerte reducción de los gastos de inversión”, dice el reporte. 
Así, señala que aunque el ritmo de crecimiento del gasto se ha ralentizado hasta el 2,4% interanual, lo que es la mitad de la tasa observada en la última década, “los esfuerzos de Chile por contener el gasto público han resultado insuficientes para alcanzar sus objetivos de equilibrio presupuestario”.
Pereira apunta en el informe que la previsión del Gobierno de ingresos efectivos del 22,9% del PIB -es decir, un alza anual de 4,7%- se basan “en hipótesis optimistas”.
Esto debido a que la expectativa de un repunte de los ingresos fiscales procedentes de los pequeños contribuyentes y un aporte adicional del 0,4% adicional del PIB por la nueva Ley de Cumplimiento Tributario puede resultar “ambiciosa”.
Mientras que acerca de la congelación de los salarios nominales del sector público en los niveles de 2025, indica que su “sostenibilidad no está clara” y que cualquier desviación de esta congelación “podría intensificar la presión sobre el gasto corriente y poner en peligro el objetivo de déficit estructural del 1,1 % del PIB”.
También, se apunta a que la trayectoria de la deuda de Chile sigue al alza y que alcanzará el 43,2 % del PIB en 2026, lo que supone un aumento de 1,8 puntos porcentuales con respecto al nivel previsto en la ley de Presupuestos de 2025.
“Aunque sigue estando por debajo del límite prudencial del 45%, este aumento pone de relieve cómo los repetidos desvíos fiscales, la sobreestimación de los ingresos y los limitados avances en el control del gasto han erosionado el margen fiscal del país”, advierte JP Morgan.