A pesar de la tendencia más estable de inflación, el BCE muestra nuevas señales de una mirada moderada.
“A pesar de la recuperación constante e indicadores fuertes de confianza en todos los sectores (…) los recientes episodios de incertidumbre (política) son una fuente de preocupación y representan un riesgo a la baja para las perspectivas económicas”, dijo ayer el economista jefe del banco, Peter Praet.
A su vez, el presidente del banco central de Austria, Ewald Nowotny, confirmó que no hay necesidad en el aumento de tasas este año.
Las declaraciones contrastan con el optimismo de las autoridades alemanas, que justamente enfrentan este año incertidumbre política por las elecciones. Jens Weidmann, jefe del Bundesbank y halcón del BCE, dijo ayer que los riesgos para el crecimiento habían disminuido y “la recuperación en la zona euro es cada vez más segura”.
A la vez, Praet aseguró que Brexit tendrá un efecto significativo en el comercio bilateral, advirtiendo en contra del “optimismo ciego” ya que las cosas “pueden volverse horribles bastante rápido”.