Los jueces de la Corte Permanente de Arbitraje de La Haya dictaminaron ayer que Beijing no tiene un título histórico sobre las aguas del Mar de China Meridional y que el gigante asiático violó la soberanía de Filipinas con sus acciones, lo que despertó la furia de las autoridades chinas.
El presidente chino, Xi Jinping, respondió al dictamen asegurando que Beijing está dedicado a mantener la paz y la estabilidad en la disputada zona, pero no aceptará posturas o acciones que tomen como referencia el resultado del caso de arbitraje por la disputa en la zona.
En tanto, el ministro de Relaciones Exteriores de China, Wang Yi, dijo que el caso del arbitraje dejó la disputa en un terreno peligroso, pues podría empeorar las tensiones y la confrontación, en comentarios divulgados por la agencia estatal de noticias Xinhua. Wang calificó el caso como una “farsa”.
“No hay ninguna base jurídica de China para reclamar derechos históricos a los recursos dentro de las áreas marinas que entran en la ‘línea de nueve puntos’”, falló el tribunal, en referencia a una línea de demarcación en un mapa de 1947 del mar, que es rico en recursos energéticos, minerales y pesqueros.
En el fallo de 497 páginas, los jueces también afirmaron que las patrullas chinas se han arriesgado a chocar con los barcos de pesca de Filipinas en el área y han causado un daño irreparable a los arrecifes de coral con sus trabajos de construcción.
Beijing reclama la mayoría de las aguas de la zona, ricas en yacimientos energéticos y por las que pasan embarcaciones comerciales que transportan mercancías valoradas en US$ 5 billones (millones de millones) anuales. Sus vecinos Brunei, Malasia, Taiwán y Vietnam también tienen reclamos.