La representante de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, endureció el tono hoy al referirse a la más reciente prueba nuclear de Corea del Norte, que el domingo realizó la detonación más poderosa a la fecha.
"Sólo las sanciones más fuertes nos permitirán resolver este problema a través de la democracia", manifestó la representante.
Añadió que el régimen de Kim Jong-un está "pidiendo una guerra" y sentenció: "La guerra nunca es algo que Estados Unidos quiera, pero la paciencia de nuestro país no es ilimitada. Defenderemos a nuestros aliados y a nuestro territorio".
Las tensiones en la península coreana están en aumento tras el último ensayo nuclear y el presidente de EEUU, Donald Trump, ha dicho que podría tomar medidas contra los países que comercien con Corea del Norte.
Frente a ello, Haley aseguró que su país "verá a cada país que haga negocios con Corea del Norte como un país que entrega ayuda a sus temerarias y peligrosas intenciones nucleares".
El principal socio comercial del régimen norcoreano es China, responsable de casi el 90% de sus importaciones y destino de una proporción similar de sus importaciones. El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, Geng Shuang, señaló que los comentarios de Trump no son "ni objetivos ni justos".