Canadá, Estados Unidos y México se comprometieron ayer a profundizar sus lazos económicos, resistiendo el sentimiento en contra del libre comercio que ha cambiado el debate político en EEUU y Europa.
Las tres naciones integran el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (Nafta, su sigla en inglés), que el precandidato republicano a la presidencia de EEUU, Donald Trump, se comprometió el martes a renegociar o incluso desechar si llega al poder.
El presidente estadounidense Barack Obama, el primer ministro canadiense Justin Trudeau y el presidente mexicano Enrique Peña Nieto dijeron en una reunión de los llamados “tres amigos” en Ottawa que una eficiente economía norteamericana era vital para crear empleos bien pagados para la clase media.
“Nos basaremos en esta fuerte relación económica trilateral y facilitaremos aún más el comercio entre nuestros tres países y mejoraremos las redes que nos permitan producir juntos bienes y servicios”, dijeron los tres líderes en un comunicado.
Trump dice que el Nafta ha costado miles de empleos y reducido los salarios de los trabajadores estadounidenses. Quejas similares se escucharon en Reino Unido antes del referendo donde los británicos votaron por dejar la Unión Europea.
Obama y Peña Nieto resaltaron la importancia de la relación entre EEUU y México, que ha sufrido tensiones por la retórica de la campaña presidencial estadounidense. Obama invitó a su par mexicano a realizar una última visita a Washington antes de que deje la Casa Blanca en enero.
“El aislacionismo no puede llevar prosperidad a una sociedad”, dijo Peña Nieto tras conversar con Obama.
El presidente estadounidense dijo que la reunión se produjo en “un momento en que estamos escuchando demasiado seguido retórica que ignora las enormes contribuciones que han hecho los mexicano-estadounidenses y la enorme fortaleza que obtenemos de la relación con nuestros buenos vecinos”.