La economía mundial gana impulso, gracias a mayor inversión, empleo y comercio, reportó ayer la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), al actualizar sus proyecciones para la economía mundial.
En comparación al reporte anterior, de julio, la entidad mantuvo sin cambios su previsión de crecimiento de 3,5% en el PIB del mundo este año y subió en 0,1 puntos a 3,7% en 2018. Tampoco cambió sus expectativas para Estados Unidos, para el que prevé una expansión de 2,1% este año y 2,4% el próximo.
No obstante, realizó mejoras en sus expectativas para la zona euro y China. Para la primera, mejoró en 0,3 puntos su previsión para este año, con lo que espera una expansión de 2,1% ; para 2018, subió sus expectativas de crecimiento 1,8% a 1,9%.
En cuanto al gigante asiático, la OCDE subió en 0,2 puntos su previsión de crecimiento tanto para 2017 como para 2018. Así, China crecería 6,8% y 6,6%, respectivamente.
“Las mejoras en el corto plazo son más amplias y el giro positivo es promisorio, pero no hay espacio para la complacencia”, señaló en un comunicado la economista jefe de la entidad, Catherine Mann. “La política monetaria debería permanecer acomodativa en algunas economías, pero con un ojo en la estabilidad financiera, para seguir apoyando un reequilibro mayor hacia las iniciativas fiscales y estructurales”.
En el documento, la OCDE también insistió en su llamado a impulsar un reequilibrio monetario, fiscal y estructural “para el crecimiento y los salarios”. Añadió que es necesario “un mejor uso de las políticas tributarias y de gasto para lograr un crecimiento más inclusivo” y que “esfuerzos de reformas estructurales mayores serán necesarios en todos los países para impulsar la productividad, los salarios y las habilidades”.