El presidente de Estados Unidos Donald Trump está endureciendo su discurso antimigratorio. Tras la demanda de incluir financiamiento para el muro fronterizo con México, ahora ha puesto su mirada en los "dreamers", hijos de los inmigrantes ilegales que fueron traídos al país cuando eran niños.
Según informaron ayer los medios estadounidenses, Trump se prepara para revocar mañana el programa Acción Diferida para Llegadas de Niños (DACA, por su sigla en inglés), introducida por Barack Obama en 2012 bajo la cual 800 mil hijos de inmigrantes pueden trabajar y estudiar en el país.
Mañana además expira el plazo que nueve fiscales generales de los estados republicanos dieron al gobierno para anunciar el término del programa, amenazando con demandar a la administración en tribunales.
Durante su campaña presidencial, Trump prometió "terminar inmediatamente" con el programa al llegar a la Casa Blanca. Pero desde entonces, suavizó el discurso. "Amamos a los dreamers", dijo a los medios el viernes.
La derogación del programa complacería a la base de votantes de Trump. Según un estudio de Gallup de 2016, 41% de los estadounidenses estaban "muy insatisfechos" con el nivel de inmigración.
El fin de DACA "resultará en la esperada apertura de trabajos a graduados estadounidenses y otros trabajadores del país que están desempleados o se sienten completamente excluidos de la fuerza laboral y bloqueados para lograr su sueño americano", dijo Dave Ray, director de comunicaciones de la Federación de Reforma Estadounidense a la Inmigración, que busca reducir inmigración al país.
Agenda legislativa
Sin embargo, la medida podrá enfrentar rechazo tanto de los demócratas como de los republicanos en el Congreso. El viernes, el presidente de la cámara baja, Paul Ryan, afirmó que no quiere terminar con DACA y está a favor de una solución legislativa. "Son niños que no conocen otro país, que fueron traídos por sus padres y no tienen otra casa", señaló.
Ileana Ros-Lehtinen, representante republicana de Florida, llamó en su Twitter el domingo a aprobar de manera inmediata una ley que proteja el programa.
A la vez, la administración tiene problemas mucho más urgente. Tiene hasta fines de mes para aprobar el techo de la deuda y el presupuesto para el próximo año, que en caso de fracaso amenazan con cerrar al gobierno y mandar al país a un default.
Mañana, los senadores vuelven de su receso de verano y los líderes demócratas y republicanos se reunirán con Trump en la Casa Blanca para llegar a un compromiso.
A la vez, la administración tiene que pasar por el Legislativo los gastos estatales para cubrir los efectos devastadores de la tormenta tropical Harvey, que destruyó partes de Texas y Luisiana.
Impacto económico
En tanto, los expertos advierten que la revocación de DACA tendrá un significativo impacto económico. A pesar de que el país está cerca del pleno empleo, la decisión llevaría a la pérdida neta en productividad, según dijo a Reuters Giovanni Peri, profesor de economía de Universidad de California.
La semana pasada, las empresas tecnológicas -384 en total, incluyendo Facebook, Apple y Amazon- mandaron una carta abierta al presidente pidiendo que no revoque el programa. "Estos jóvenes representan el futuro de nuestro país y nuestra economía", afirmó en su Facebook el dueño de la red social, Mark Zuckerberg.
No se sabe con exactitud cuántos inmigrantes emplean las empresas de Silicon Valley. Según el CEO de Apple, Tim Cook, la firma tiene 250 trabajadores extranjeros.
Los datos recopilados por Collaborative Economics apuntan a que 57% de los trabajadores de tecnología del hub nacieron fuera del país.
California calificó a 220 mil jóvenes indocumentados bajo la protección del programa, seguido por Texas con 124 mil. El programa incluye a las personas que logren comprobar que llegaron a EEUU antes de los 16 años, han estado en el país por varios años y no han cometido crímenes. Se les otorga un permiso de trabajo por dos años, renovable.