Turquía derriba avión de combate ruso y escalada de tensiones geopolíticas sacude a mercados regionales
En una álgida jornada, Túnez declaró estado de emergencia tras sufrir un mortal atentado.
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Las crecientes tensiones geopolíticas escalaron a un nuevo máximo ayer a nivel global, luego de que las Fuerzas Armadas de Turquía derribaran a un avión ruso de combate cerca de la frontera noroeste con Siria argumentando que había violado su espacio aéreo.
Esta es la primera vez en décadas que un país miembro de la alianza militar de la OTAN destruye un avión ruso y marca además el primer enfrentamiento directo entre las potencias envueltas en la guerra civil siria, lo que eleva el temor de que el conflicto pueda escalar a un nuevo nivel si los países implicados (EEUU, Rusia, Irán y Turquía) inician enfrentamientos directos.
Las noticias provocaron una nueva ola de volatilidad e incertidumbre en los mercados regionales, con caídas en las principales bolsas de Europa y una escalada en los rendimientos de los bonos. El índice Micex ruso tuvo su mayor caída en dos meses, retrocediendo 3,1% ayer, después de haber ganado 8,1% en los seis días previos. La lira turca fue la divisa más golpeada entre las 24 monedas de mercados emergentes, con una depreciación de 0,6%, a 2,87 por dólar. El referencial Borsa Istanbul 100 marcó un mínimo mensual con una caída de 4%.
Tras el silencio inicial por parte de Rusia, el presidente Vladimir Putin tachó la acción de "puñalada por la espalda" y advirtió a Ankara que habrá "consecuencias serias". "La pérdida de hoy es una puñalada por la espalda asestada por los cómplices de los terroristas", declaró Putin en una rueda de prensa en presencia del rey de Jordania, Abdalá II.
El ministro de Defensa ruso negó que el avión, en el que viajaban dos pilotos que murieron en la colisión de la nave, hubiera cruzado la frontera que separa Siria de Turquía. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, respaldó la versión turca y garantizó "la integridad de uno de sus aliados", al tiempo que hizo un llamado a la "calma".
"La diplomacia y reducir las tesiones son importantes para resolver esta situación", dijo Stoltenberg en un comunicado.
Golpe a Hollande
El incidente añade complicaciones a la campaña internacional para frenar el avance del grupo terrorista Estado Islámico (EI) justo el día en que el presidente francés, Francois Hollande llegaba a la Casa Blanca para discutir el conflicto con su homólogo Barack Obama.
El mandatario galo arribó ayer a Washington, once días después de los atentados que causaron la muerte de 129 personas en la capital francesa, con la intención de formar una coalición contra el yihadismo.
En una conferencia ambos mandatarios abogaron por una lucha "conjunta" para "destruir" al EI y se comprometieron a aumentar los bombardeos en Siria e Irak contra las posiciones del grupo terrorista, aunque Francia "no intervendrá militarmente sobre el terreno", como sí hace EEUU. Además, coincidieron en la importancia de cerrar la frontera con Turquía para limitar el movimiento de extremistas hacia Europa.
Los mandatarios instaron a Rusia a "redirigir sus objetivos" antes de sellar una hipotética colaboración. El rol de Rusia en el conflicto sirio es uno de los grandes obstáculos en las conversaciones entre los tres países.
Si bien Hollande reclama una alianza "grande y única" contra el EI que incluya a Rusia, Obama se resiste a a pactar con Putin a menos que Moscú cambie el enfoque de sus ataques contra el grupo terrorista y apoye un acuerdo político en Siria.
Hollande, que viajará a Moscú el jueves, está presionando a Putin para que ofrezca mayor cooperación.
Atentado en Túnez
En medio de las negociaciones, la amenaza terrorista revivió con un nuevo atentado en Túnez, donde al menos doce personas murieron tras la explosión de un autobús que transportaba a la guardia presidencial en una de las principales calles de la capital.
Fuentes citadas por Reuters apuntaban a un "ataque", aunque no confirmaron si fue causado por un explosivo en el vehículo o lanzado contra él mientras circulaba. El país declaró estado de emergencia y toque de queda.
Por el momento, ningún grupo terrorista ha reivindicado el ataque. Túnez ha sido escenario de dos grandes ataques de EI este año: en el museo del Bardo que dejó 21 fallecidos en marzo y el ataque de un hombre armado que mató a 38 extranjeros en un hotel en junio.