Condenado a cerrarse casi por completo, el cepo o restricción cambiaria en Argentina empezó a enfocarse ahora con mayor contundencia sobre la demanda de dólares en efectivo que hacen los argentinos, individualmente, para viajar al exterior. No se trata de un mecanismo que parezca dirigido a neutralizar la fuga de divisas que puedan realizar los grandes jugadores del mercado, sino también la de los medianos y los pequeños ahorrantes.
Ya desde hace unos días, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) está impidiendo lisa y llanamente a un gran número de particulares llenar el formulario que necesitan para comprar divisas por turismo -según la obligación que les impuso en mayo pasado-, con lo cual les bloquea de antemano la posibilidad de pedir la adquisición. Sólo unos pocos “bienaventurados” del sistema podían, al menos hasta el martes, llegar sin problemas a la instancia de la solicitud.
La leyenda que devuelve la AFIP a la mayoría de los argentinos que hace el intento para pedir las divisas alcanza para entender la condición irreversible del rechazo oficial; pero no tanto, sin embargo, para entender las razones. Señor contribuyente: conforme a la información obrante en nuestras bases de datos, su solicitud no es compatible con su capacidad contributiva, acusa el organismo, sin hacer explícitas las inconsistencias. El recurso, que fue detectado por el sitio Iprofesional.com, es parecido al que empezó a utilizar el gobierno cuando decidió suspender la provisión de dólares para atesoramiento: por entonces consideraba que todos los argentinos tenían “insuficiente capacidad patrimonial” para realizar estas operaciones.
Desde la AFIP negaron a El Cronista que existiera alguna falla en el sistema informático. “Si hubiese algún problema tan masivo, más aún si se trata de este tipo de servicios, lo hubiésemos comunicado. Pero por suerte nunca nos pasó”, comentó el jefe de prensa del organismo, Hernán Guzetti.
La decisión le pone un tope más drástico a una de las últimas vías de acceso que quedaban para los particulares en Argentina. Y llega para resolver una de las grandes preocupaciones que la propia mandataria Cristina Fernández hizo explícita en varias apariciones públicas: la fuerte salida de divisas por turismo, que este año ya superó los
US$ 5.000 millones.
En los bancos explican que la demanda de billetes por este concepto se redujo enormemente en las últimas semanas. “En nuestra entidad ya casi no tenemos consultas por turismo. A la mayoría le sale rechazado”, comentaba un alto ejecutivo de una entidad privada. “Da la sensación de que lo van a restringir cada vez más, porque es la única vía por donde se les están yendo los dólares”, completó. En su entidad se sorprendieron al ver esta semana que uno de los “privilegiados” que resultó aprobado por la AFIP sólo pudo acceder, finalmente, a un máximo de US$ 7 diarios para viajar a Europa.
En otro banco atribuían la menor demanda a un hartazgo de la gente: “Parece haberse cansado; y que empezó a tenerle miedo a las represalias del gobierno si insisten en la consulta. Ya directamente intentan evitar el trámite y prefieren convalidar los 6 pesos (argentinos) por dólar”, dijo.