Por Simon Rabinovitch
, Shangai
China reveló medidas para impulsar a su floja economía, en la señal más potente hasta ahora de la preocupación de las autoridades sobre la desaceleración y una que subraya un cambio en el enfoque de Beijing para manejar su economía.
El “mini estímulo”, pese a que es limitado en tamaño, podría pregonar más anuncios para apoyar el crecimiento. El gobierno eliminará los impuestos a las pequeñas empresas, reducirá costos para los exportadores y destinará fondos para la construcción de vías férreas.
A diferencia de 2008, cuando China desplegó un paquete de estímulo gigantesco para capear la crisis financiera global, está usando una serie de reformas específicas para reducir el poder del gobierno y dar a las empresas más espacio para operar.
El Consejo de Estado, el gabinete de China, dijo ayer que esperaba “despertar la energía del mercado”. Anunció un enfoque de tres frentes. En primer lugar, eliminó todos los impuestos al valor agregado y tributos operativos a las empresas con ventas mensuales de menos de 20 mil yuanes (US$ 3.250). Aseguró que los recortes de impuestos, que entrarán en vigor a principios de agosto, ayudarán a más de 6 millones de empresas, que emplean a decenas de millones de personas.
Segundo, el gobierno se comprometió a simplificar los procedimientos de aprobación y reducir los costos administrativos de las empresas exportadoras. Entre otras medidas, anunció que cancelaría temporalmente los cobros de inspección para los exportadores de commodities y agilizaría las inspecciones en aduanas de los bienes manufactureros.
Por último, dijo que crearía más canales de financiamiento para asegurar que China pueda cumplir sus ambiciosos planes de desarrollo ferroviario. Se incentivará a más inversionistas privados a participar y se emitirán nuevos productos de bonos.
“Se puede llamar a esto un mini estímulo. Es bastante pequeño, pero está en el lado de la oferta, y eso es más eficiente”, dijo Lu Ting, economista de Bank of America Merrill Lynch.
Una encuesta preliminar del sector manufacturero en julio, publicada ayer, bajó a un mínimo en once meses.
El crecimiento chino se desaceleró a 7,5% año sobre año en el segundo trimestre, y la mayoría de los analistas esperan que se debilite aún más.
Esta semana el primer ministro Li Keqiang dejó en claro que la meta official de crecimiento para el año se mantiene en 7,5%, comentarios que algunos observadores interpretaron como una señal de que el gobierno estaba listo para intervenir para revivir a la economía.