Chile ha enfrentado una desaceleración del crecimiento del PIB, en un contexto de estancamiento de la inversión y las exportaciones, mantiene un mercado laboral con problemas y los déficits fiscales se han convertido en la norma, con una deuda pública que aumentó significativamente en la última década. Ese es parte del escenario que a fines de agosto describía el economista jefe para el Cono Sur de JPMorgan, Diego Pereira, en un informe.
Pereira señala que la campaña electoral ha puesto en la mesa propuestas destinadas a modificar la trayectoria macroeconómica que el país ha seguido en los últimos años, pero los desafíos para el próximo Gobierno son relevantes. Destaca que Chile logró evitar una reforma institucional completa, asociada al debate sobre una nueva Constitución, lo que implicó un “riesgo significativo”. “El actual ciclo electoral está relativamente libre de propuestas de reformas radicales, lo que contrasta marcadamente con el ciclo político anterior. Sin embargo, las principales preocupaciones de la población siguen centradas en la seguridad, el empleo y el crecimiento”, señala.
De hecho, otro informe de JPMorgan a sus clientes de principios de septiembre -firmado por otros analistas del banco de inversión- da cuenta de que la mayoría de las encuestas e indicadores siguen mostrando una importante ventaja para la derecha en la carrera presidencial. Esto parece haber sido uno de los impulsores del sólido desempeño del mercado en las últimas semanas y podría seguir generando optimismo en Chile, resalta el informe.
En esta entrevista, Pereira no refiere a ese informe, pero resalta que el mercado chileno está asumiendo un mayor crecimiento de la inversión y de la economía en las propuestas de las candidaturas que están liderando las encuestas para la segunda vuelta presidencial.
En su último Informe de Política Monetaria (IPoM), el Banco Central subió el piso de su proyección de crecimiento para este año, dejándola en un rango de 2,25% a 2,75%, debido a mejores datos por el lado de la demanda interna. Sin embargo, JP Morgan mantiene su pronóstico casi en el piso del Central y resalta la desaceleración que habría en el segundo semestre.
-¿En qué comparten, o difieren, de la visión del Banco Central?
-Compartimos la visión de que la actividad económica ha mostrado un desempeño algo mejor de lo que se anticipaba a comienzos de año. Pero mantenemos nuestra proyección de crecimiento del PIB en 2,3% para 2025, aunque, considerando los datos de julio y a la espera de los de agosto, reconocemos que el riesgo de esa proyección está sesgado al alza.
-¿Podría haber una mejora?
-Sí, pero dicho esto, esperamos dos mitades de año diferenciadas, especialmente en lo que respecta a la actividad excluyendo minería. En la primera parte, la actividad creció en promedio a un ritmo anualizado de 3,2% ajustado por estacionalidad. Nuestra proyección para la segunda mitad del año es de 1,7%, lo que implica una desaceleración por debajo del potencial.
-¿A qué se debe?
-Más que nada a factores externos. Nuestro escenario base global asume una desaceleración fuerte en EEUU en el cuarto trimestre del año, asociado al comportamiento observado en el mercado laboral en los últimos meses. Vemos también precios del cobre más bajos en el cuarto trimestre.
Las fricciones impuestas en el mercado laboral en los últimos años han devenido en mayores costos laborales, persistencia en precios de servicios y la inflación núcleo
-¿Y cuánto espera que crezca la actividad en el cuarto trimestre?
-En comparación con el mismo trimestre del año pasado, esperamos un crecimiento del 1,9%.
-El Banco Central subió la proyección de aumento de inversión de 3,7% a 5,5% para este año y de 3,6% a 4,3% para 2026. ¿Hay un mejor clima para invertir en Chile?
-El escenario externo es favorable en cuanto a los precios de las materias primas relevantes para el país, que se han mantenido en niveles elevados. Los términos de intercambio han estado por encima del promedio de los últimos años. En este contexto, sería esperable un aumento en la inversión, aunque menor que en ciclos anteriores.
Además, la incertidumbre doméstica, asociada a factores idiosincráticos como la política, se encuentra en niveles considerablemente inferiores a los del ciclo previo. No obstante, lo cíclico no debe opacar el escenario estructural: la inversión fija, en términos reales, recién superó el nivel observado en 2012. La inversión fija solo ha crecido en promedio al 0,6% anual desde 2013, es decir, básicamente ha estado estancada.
-Tras los datos de aumento de la inversión ¿no ve razones más de largo plazo?
-Estimo que responde a factores más cíclicos que estructurales. Estructuralmente seguimos en un escenario de baja inversión, como lo expresa el promedio multianual, o la evolución relativa de Chile en rankings globales de competitividad y facilidad para la inversión...
“La incertidumbre política es menor”
-¿Cuáles son los factores determinantes de la economía en el cuarto trimestre?
-Hay varios factores que explican la dinámica hacia el cuarto trimestre. Primero, no debemos olvidar que Chile es una economía pequeña y abierta, por lo que lo que ocurra en el resto del mundo tiene un impacto relevante. En este sentido, estamos observando una desaceleración en la economía de EEUU, lo que afectaría a la economía local. Segundo, se transitará el período electoral, que, aunque con menor intensidad que en ciclos anteriores, suele generar cierta desaceleración, especialmente en la inversión. Tercero, el Banco Central enfrenta mayores dificultades para reducir la tasa de interés. Y, cuarto, para los términos de intercambio proyectamos una caída del precio del cobre en el cuarto trimestre de alrededor del 7% respecto a los niveles actuales, principalmente por la evolución de la actividad global.
-¿Qué efectos tendrá el período electoral en la actividad y en los mercados?
-Los períodos electorales suelen generar cierta cautela en los mercados y en la actividad económica, especialmente en lo que respecta a decisiones de inversión. Sin embargo, en este ciclo, la incertidumbre política es menor que en procesos anteriores. Los mercados se seguirán moviendo de acuerdo con la probabilidad de tener un Ejecutivo que priorice elevar el crecimiento potencial y reformas del lado de la oferta, así como la estabilización de la deuda pública. La conformación del Congreso también es relevante en la consecución de tales reformas.
-¿Por qué dice que las elecciones generan cautela en los mercados si estamos viendo que el IPSA superó los 9.000 puntos?
-Efectivamente, los mercados tienden a anticiparse a la evolución futura de la inversión y el crecimiento condicional a los probables senderos de política económica asociables a las diferentes propuestas que pueden llegar al gobierno. En este caso particular, el mercado asume mayor crecimiento de la inversión y la economía en las propuestas que aparecen liderando las encuestas para segunda vuelta, lo cual repercute en la valuación de los activos. Pero en muchos casos pueden existir incentivos para atrasar ciertos proyectos de inversión frente a la llegada de una nueva administración, cambios legales y tributarios, entre otros factores.
el mercado asume mayor crecimiento de la inversión y la economía en las propuestas que aparecen liderando las encuestas para segunda vuelta
-¿Y cómo ven este escenario actualmente los inversionistas extranjeros? ¿Hay incertidumbre?
-Al comparar los índices de incertidumbre idiosincrática, estos se encuentran alineados con el promedio histórico previo a fines de 2019. Esto genera que hay una base necesaria para que la inversión se acelere una vez finalizado el ciclo electoral y exista mayor claridad sobre las políticas a implementar en los próximos cuatro años. Por supuesto, existen otros factores que influyen, como la incertidumbre global, las tarifas y la realineación geopolítica…
-Pero desde el punto de vista económico y político, ¿es Chile un país atractivo para invertir?
-Parecería existir consenso entre la mayoría de los actores políticos sobre la necesidad de repensar la rapidez con la que los proyectos de inversión pueden materializarse, es decir, la llamada permisología. Una inmensa carga burocrática ha generado costos económicos significativos debido a la falta de inversión y a la mala asignación de capital. Este aspecto ha tenido impactos relevantes en la inversión y el crecimiento del país. Es clave contar con mayor flexibilidad para aprovechar oportunidades globales en un mundo cambiante.
Costos laborales y política fiscal: las razones de la persistencia inflacionaria
Sin sorpresas, la Reserva Federal de Estados Unidos recortó el miércoles su tasa de interés a un rango de 4%-4,25%, su menor nivel desde diciembre de 2022. La decisión era ampliamente anticipada por el mercado y se trata del primer ajuste del año y también el primero en lo que va del Gobierno de Trump.
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC) señaló que, si bien la inflación sigue por encima de su objetivo de 2%, ha mostrado signos de moderación, mientras que el empleo ha mostrado señales de desaceleración. Tras la reunión, se anticipan, al menos, dos recortes más de tasas este año.
En Chile, en tanto, en su último IPOM, el Banco Central moderó el sesgo para nuevas bajas en la tasa de interés de política monetaria local, aludiendo a una mayor persistencia de la inflación. Para Diego Pereira, la inflación se demoraría en ceder incluso más tiempo del que está anticipando el ente rector chileno
-¿Comparte el diagnóstico del Banco Central en su último IPOM de mayor persistencia inflacionaria?
-Sí. Quizás hubiera esperado que el staff hiciera referencia a la inercia inflacionaria, especialmente a la inflación núcleo, algunos meses atrás, cuando ya teníamos evidencia de desacople entre los costos laborales y el desempeño del empleo. La revisión reconoce la persistencia de la inflación núcleo observada en los últimos meses. Esta persistencia sugiere que, una vez que se controlen los efectos base en los primeros meses de 2026, la inflación anual estará, en mi opinión, más cerca del 3,5% que del 3%.
-¿No ve un pronto retorno a la meta?
-Proyectamos niveles de 3,7% para diciembre de 2025, con sesgo al alza, y 3,6% para diciembre de 2026.
-Una inflación de 3,6% en 2026 está por sobre el 3,1% que prevé el Banco Central ¿por qué ha sido tan persistente la inflación en Chile?
-Hay varios factores, pero desde lo macro enfatizaría dos. Primero, las fricciones impuestas en el mercado laboral en los últimos años, lo que ha devenido en mayores costos laborales, persistencia en precios de servicios y la inflación núcleo. En segundo término, años de políticas fiscal expansivas en términos estructurales, lo cual también repercute en mayor persistencia en la inflación núcleo.
-Y en ese escenario, ¿cuántos recortes adicionales espera para la tasa de política monetaria?
-Nuestro escenario base contempla un recorte adicional de 25 puntos básicos en diciembre de este año. Posteriormente, prevemos otro recorte en el primer trimestre del próximo año, que llevaría la tasa a 4,25%, nivel que nuestros modelos estiman como neutral para la inflación. Sin embargo, este último recorte está condicionado a la evolución efectiva de la inflación y al resultado de las elecciones. Estamos llegando a niveles asociados al rango de tasa neutral, que probablemente ha aumentado respecto a estimaciones previas del Banco Central, principalmente por el mayor nivel de deuda neta.
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