El gigante aeroespacial Boeing anunció hoy ganancias durante 2012 de US$ 3.900 millones, lo que supone un 3% menos que los 4.018 millones obtenidos en el año precedente.
La compañía aseguró que no prevé para 2013 un impacto financiero de los problemas técnicos que han dejado en tierra a las casi cincuenta unidades entregadas hasta ahora de su último modelo, el 787 "Dreamliner".
La reducción de utilidades de 2012 se produjo a pesar de un incremento de los ingresos del 19% hasta US$ 81.700 millones, como resultado sobre todo de los más de 600 aviones comerciales entregados, que volvieron a colocar a la compañía como líder mundial del sector.
En el último trimestre, el cuarto de 2012, que es en el que los mercados estadounidenses ponen más atención, Boeing registró un beneficio neto de 978 millones, un 30% menos que los 1.393 millones del mismo período del año precedente. Las ventas fueron de US$ 22.300 millones, un 14% superiores a las del último trimestre de 2011.
Los beneficios trimestrales por acción fueron de US$ 1,28, superiores a los 1,19 que habían previsto los analistas. Para este año, la compañía prevé unas ventas de entre US$ 80.000 y 85.000 millones, con un beneficio por acción de entre US$ 6,10 y 6,30, "sin impacto financiero" de la decisión de las autoridades de aviación de EEUU de dejar en tierra los 787 hasta que se solucionen sus problemas con un tipo de baterías.