Los bonos de los países periféricos europeos cayeron ayer en medio de las negociaciones políticas en Portugal para solucionar la crisis en la alianza del gobierno conservador.





En la mañana había optimismo por un posible acuerdo en Lisboa y la bolsa cerró al alza. El índice PSI20 subió 3,73% tras caer 5% el miércoles.
Sin embargo, por la noche el primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho, anunció que las conversaciones no habían arrojado resultados y que continuarán.
Ayer cayó el rendimiento de los bonos lusos, aunque siguen por encima del nivel crítico de 7%. También bajó el interés de los bonos a diez años de Portugal, España, Italia y Francia, aunque subieron en Grecia, donde hay inquietud por el cumplimiento del rescate en curso. La eurozona le dio plazo hasta hoy a Atenas para que pase una nueva revisión de su propio rescate.
“Con el trasfondo de la situación portuguesa, el resto de los mercados de la deuda soberana periférica probablemente se seguirán moviendo”, señalaron estrategas de tasa de RBC a Wall Street Journal.
Añadieron que especialmente España se encuentra en riesgo, dados los fuertes vínculos de su frágil sistema bancario con Portugal.
La agencia calificadora Moody’s advirtió el miércoles sobre la mora en la banca española y no descartó una nueva rebaja de la calificación.
El Tesoro español colocó ayer 4.003 millones de euros (US$ 5.200 millones) en bonos a tres y cinco años, cubriendo el importe máximo previsto, aunque tuvo que subir la rentabilidad de ambas emisiones desde la subasta precedente, celebrada en junio.
Bonos resilientes
“El reciente movimiento correctivo de Portugal ha reforzado el atractivo de los bonos españoles y la subasta transcurrió muy bien”, afirmó Nick Stamenkovic, estratega de bonos de RIA Capital Markets a Reuters.
“El panorama en Portugal es bastante difícil. Lo interesante es que Italia y España han sido relativamente resilientes. El contagio es muy limitado y una señal de que los inversionistas consideran que dichos problemas están muy localizados y no parecen ser una amenaza a la eurozona”, dijo.
Francia también recaudó cerca de 8.000 millones de euros ayer en una subasta de dos bonos que tuvieron amplia demanda, aunque los rendimientos subieron.
El contagio además se ha visto reducido porque la deuda periférica se ha beneficiado de una “domesticación” en la cual los principales inversionistas son locales, luego que los extranjeros redujeran su exposición en medio de la crisis.
Fitch señaló ayer en un comunicado que cree que el desenlace político en Portugal es incierto y que la crisis política pone en peligro la continuación del programa de rescate.
La agencia confía en que el programa del rescate se seguirá aplicando, incluso si se convoca a elecciones anticipadas, aunque en este caso podría haber una renegociación de algunas de sus partes. “Nuestra estimación actual de que Portugal necesitará más apoyo oficial continúa”, concluye.
El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, descartó ayer que la entidad pueda ayudar a Portugal, ya que el país no es un emisor regular en el mercado de bonos, condición ineludible para que el BCE compre letras lusas.
Está previsto que la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional comiencen su próxima revisión de la economía el 15 de julio, pero dicha visita podría aplazarse.